lunes, 28 de septiembre de 2009

Educación Pública: dos lecciones desde Polonia

Un artículo reciente en La Tercera reseña cómo Polonia ha logrado en corto tiempo (menos de una década) mejorar sus rendimientos en pruebas internacionales. Las medidas destacadas en el artículo son dos:


a) Postergación de la elección y diferenciación educativa en Educación Secundaria, a objeto de mejorar la base de conocimientos comunes entre estudiantes de enseñanza media general y técnica.

b) Creación de zonas educativas, obligando a las escuelas a recibir a estudiantes residentes en el mismo barrio, sin discriminar por rendimiento. De esta manera, aunque se restringe la libertad de los padres para elegir la escuela de sus hijos, se fortalece la mezcla de estudiantes de diverso origen socioeconómico y también diverso desempeño escolar, beneficiando a aquellos que presentaban bajo rendimiento.


Ambas medidas han sido discutidas y desechadas en Chile. En el primer caso, las diferencias entre la enseñanza que reciben estudiantes de liceos técnicos y humanistas son conocidas e incluso reafirmadas por docentes (con el evidente efecto de la profecía auto-cumplida, vale decir, les enseñan menos y aprenden menos) y especialistas que, últimamente, han postulado la necesidad de crear pruebas nacionales tipo SIMCE o PSU diferenciadas para estudiantes de liceos técnicos. Como es obvio, diferencias de tratamiento como éstas sólo consiguen perjudicar a quienes se busca beneficiar, porque con ello debilitan su portafolio de activos simbólicos y condicionan la estructura de oportunidades futuras de los egresados de la educación técnica.

Con todo, la promulgación de la LGE, al reorganizar los ciclos educativos, abre un espacio para revisar la situación de la enseñanza técnico profesional. Es necesario discutir incluso si ella debe seguir siendo considerada “educación media” y si debe continuar al alero del Ministerio de Educación. La experiencia de los países de la OECD y algunos de la región, muestra que no necesariamente cabe mantener estas características.

Sobre la segunda medida, en el debate por la LGE, algunos sectores postularon la supresión completa de toda forma de selección de alumnos, pero se impuso el criterio de prohibir la selección hasta sexto año básico y luego permitirla hasta el cuarto año de enseñanza media, pese a que Chile ha definido como enseñanza obligatoria los 12 años. En tanto obligatorios, los 12 años de escolaridad tienen el carácter de base común de aprendizajes, elemento esencial de la definición de educación pública distribuida según el principio de ciudadanía, esto es, orientada al aseguramiento de una igualdad necesaria para el ejercicio efectivo de la ciudadanía.

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