jueves, 22 de junio de 2017

Matrícula en educación superior baja en 2017


Fuente: http://www.latercera.com/noticia/matricula-educacion-superior-cae/

Aunque este blog focaliza su atención en educación escolar, es de interés conocer la situación de la educación superior en Chile, especialmente en lo relativo a las pedagogías, dada su evidente implicancia en el sistema escolar. Cito la nota de prensa de La Tercera y remito a la del Consejo Nacional de Educación (CNED) al respecto para un mayor detalle.

La Tercera titula "Matrícula de estudiantes en Educación Superior cae por primera vez en 34 años" y sostiene que "si el 2005 había 637 mil alumnos matriculados, más de 10 años después el sistema llegó a los 1.168.000 alumnos. El alza había sido sostenida, sin embargo, y por primera vez desde 1983, el número de estudiantes en el sistema superior bajó en más de seis mil alumnos, alrededor de un 0,6% en comparación al año anterior. Este periodo la matrícula llegó a 1.162.306. También cayó el número de alumnos matriculados en primer año. El 2016 hubo 346.746 jóvenes que ingresaron por primera vez al sistema superior y este año lo hicieron 343.703 personas. Esto de acuerdo a los índices de educación entregados por el Consejo Nacional de Educación (CNED)".

"Para el académico de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner, la disminución global es pequeña y "refleja una reducción en los institutos profesionales. Lo importante es que se mantiene la matrícula y lo más probable es que siga así, porque está cayendo el número de quienes se gradúan en enseñanza secundaria”. Según Brunner, el bajo número de egresados de cuarto medio disminuirá el universo de jóvenes que van a postular a la educación superior".

"Otro de los factores tiene que ver con la cobertura que hay en el país. De acuerdo a la Ocde, Chile tiene una tasa bruta del 87% de alcance, más alta que el promedio de los países que integran la organización internacional. “Esto significa que para el grupo de edad que podría estar cursando la educación superior, un 87% lo está haciendo. Es una de las tasas más altas del mundo”, dijo el académico de la UDP"

"A pesar de la alta cobertura que existe en el país, aún hay una deficiencia, señaló Andrés Bernasconi, investigador del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe) de la U. Católica, quien explicó que existe una baja cobertura en los quintiles uno y dos. Según Bernasconi, del primero, sólo accede un 27%. [...] En esa línea, el académico agregó que la única manera en que el sistema siga creciendo es que se incorporen estos quintiles “que tienen un tasa más baja de participación. Si uno quisiera tener al 50% del primer quintil, tendría que generarse una expansión muy grande, de cientos de miles de cupos”. Para eso -añadió- se requiere de ayuda financiera y la gratuidad podría ser una de las formas para aumentar la participación de los primeros quintiles en la educación superior. Sin embargo, habría un efecto paradójico con el nuevo beneficio, ya que “la gratuidad ayuda a los quintiles más desfavorecidos, pero impide crecer en vacantes a las instituciones. Los planteles con el beneficio no pueden crecer tanto y en las que no lo tienen, se está viendo un efecto esperable de transferencias de alumnos que se están yendo, porque pueden estudiar gratis en otro plantel”.

En relación con las Pedagogías, la nota de La Tercera recuerda que "desde hace algunos años las pedagogías han ido bajando su matrícula, a excepción de Educación Diferencial. Y aunque el 2016 los estudiantes de primer año ya habían bajado, para este año la disminución fue mayor. Para algunos expertos esto se debe a la implementación de la Carrera Docente. [...] En esa línea, Bernasconi señaló que, a nivel general, se puede hablar de una baja de matrícula atribuible a la ley y que “es de esperar una reducción del sistema, pero con mayor calidad. Ese debiera ser el efecto esperado por la combinación de mayores exigencias y mejores incentivos para los docentes”.

domingo, 18 de junio de 2017

Desigualdad en Chile (Informe PNUD 2017)

Transcribo la nota de prensa del PNUD para anunciar la nueva publicación sobre desigualdad en Chile. El libro se puede descargar en el sitio del PNUD:

DESIGUALES. Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile es el título del libro que este miércoles 14 de junio lanzará, en la Biblioteca Nacional, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Fruto de dos años de investigación, el texto ofrece una base sólida a partir de la cual discutir e imaginar un país con mayores grados de igualdad. El libro se funda en el convencimiento que la desigualdad socioeconómica es un problema social que seguirá siendo parte de las discusiones respecto del desarrollo del país en los años por venir, pues sus mecanismos de reproducción tienen raíces profundas en la historia de Chile.
El libro reconoce que en Chile se han visto avances en numerosos ámbitos durante las últimas décadas. La reducción de la pobreza, el mayor acceso a la educación superior y la consolidación democrática han permitido a la sociedad chilena mirarse con otros ojos: el creciente bienestar material es explicado por las personas a partir de historias de esfuerzo personal que habrían permitido dejar atrás un Chile más precario.
La contracara de esta mirada es la percepción de inseguridad, la incapacidad de asegurar lo conseguido. Las bajas pensiones, el futuro laboral incierto pese a los títulos obtenidos, la posibilidad siempre presente del desempleo, los tratamientos médicos que no se pueden costear, configuran amenazas que el mérito personal no alcanza a sortear, y que empuja demandas por mayor seguridad. La percepción de injusticia asociada al hecho de que quienes puedan pagar más tengan acceso a mejores servicios sociales ha aumentado considerablemente durante los últimos 15 años: de 52% a 64% en el caso de la educación, y de 52% a 68% en el caso de la salud.
Consistentemente, los datos muestran que las desigualdades que más molestan a los chilenos son aquellas asociadas al acceso a salud y educación, y al trato que reciben las personas. Respecto a esto último, un 41% de la población encuestada reportó haber sufrido una o más formas de malos tratos en el último año. Estas personas atribuyen estas situaciones a dos razones principales: clasismo y machismo.
Frente a este escenario, el PNUD propone concentrar el debate respecto de la desigualdad en el país en seis “nudos” que explican su reproducción y donde es posible imaginar cambios.
Primero, una estructura productiva que genera circuitos diferenciados de productividad: un conjunto reducido de grandes empresas que ofrecen buenas remuneraciones y estabilidad laboral, y un gran número de pequeñas y medianas empresas de menor productividad que no logran asegurar ni estabilidad ni calidad del empleo.
Segundo, un sistema educativo que, si bien ha logrado integrar a una gran cantidad de jóvenes a la educación terciaria, por su estructura segmentada no logra generar suficiente igualdad de oportunidades que garantice la movilidad social intergeneracional.
Tercero, un Estado que ha mostrado avances en la implementación de políticas sociales pero sigue teniendo como desafío la provisión de mayores seguridades para los ciudadanos, especialmente en materia de garantías universales, transferencias y pensiones.
Cuarto, una alta concentración de la riqueza y el ingreso en un número reducido de grupos económicos. Este patrón de concentración genera reparticiones de los excedentes y patrones de inversión que reproducen la concentración y dificultan reducir la desigualdad.
Quinto, una alta elitización en la representación política: más del 70% de los ministros, casi 60% de los senadores y más del 40% de los diputados del período 1990-2016 asistió a colegios de elite, carreras y universidades de elite, o ambas. Esto provoca una distancia sentida por parte de la población respecto de sus representantes y líderes políticos, y alimenta la crítica al carácter privilegiado de las autoridades públicas.
Sexto, patrones culturales que justifican o critican la desigualdad existente. El volumen muestra cómo conviven valores meritocráticos a partir de los cuales se estigmatiza a la población más vulnerable – “aquellos que no se esfuerzan”, y a su vez se critica el abuso de contactos y privilegios de las clases más altas. El alto valor del mérito y la importancia de las credenciales educativas en el progreso individual se contrastan con la relativa menor importancia de un principio de solidaridad en el discurso público.
La Representante Residente del PNUD en Chile, Silvia Rucks, señala que la relevancia del libro “hay que entenderla dentro de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales el Estado de Chile se ha comprometido en trabajar en el marco de la Agenda 2030, donde la reducción de la desigualdad y la pobreza son elementos centrales de un desarrollo sostenible e inclusivo. Para lograrlo, el país debe abrir preguntas y discusiones difíciles pero indispensables, que tienen que ser abordadas por el conjunto de la sociedad. Este libro busca ser un aporte en este debate”.
Matías Cociña, uno de los investigadores principales del libro, comenta que “este material busca ser una base empírica a partir de la cual discutir sobre cómo disminuir la desigualdad en Chile. No se proponen en este sentido ni recetas mágicas ni soluciones fáciles, sino que se ofrecen elementos para entender cómo se crea, cómo se reproduce y qué consecuencias tiene la desigualdad socioeconómica en Chile, para desde ahí abrir una discusión mucho más desafiante: qué hacer al respecto. En este sentido, el libro va más allá de la contingencia actual, analiza la trayectoria del país desde sus orígenes para pensar el futuro que se nos viene”.