sábado, 31 de julio de 2010

Asesoría para la mejora escolar

Mejorar los resultados escolares es un imperativo social que, en un sentido amplio, se justifica desde la perspectiva de las oportunidades actuales y futuras de los niños y niñas que asisten a la escuela. Cuando además los establecimientos son financiados por el Estado, la justificación añade el argumento de la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos.

Esta última perspectiva es la que ha predominado en el sistema escolar chileno, ya inmerso en aquello que los críticos llaman "gerencialismo educativo", mismo que aparece siempre acompañado del eficientismo. Los especialistas, por su parte, suelen hacer referencia a un contexto macro de reformas basadas en estándares y accountability (responsabilización), donde se inscriben numerosas tentativas de mejora de los resultados sobre la base de aquellos factores asociados que la investigación ha identificado en las escuelas eficaces (aquellas cuyos alumnos obtienen buenos resultados en pruebas estandarizadas de carácter censal).

En este contexto, en Chile y luego que se implementara la subvención escolar preferencial (SEP), se abrió un mercado de la asistencia técnica educativa (ATE) que el propio MINEDUC ha impulsado desde 2008 como un recurso para el diseño y ejecución de planes de mejoramiento. La calidad de las ofertas de asistencia técnica, sin embargo, es irregular porque actualmente no hay mecanismos institucionales que provean y apliquen criterios de revisión y aseguramiento de la calidad de los programas y ejecutores de la ATE.

Un proyecto FONDEF del CIAE ha diseñado y ahora implementa de forma piloto, un sistema de certificación de la calidad de la asistencia técnica educativa que, como toda certificación, implica la creación de un estándar de calidad y un dispositivo de examen de la misma. Una nota en El Mercurio da cuenta del avance del proyecto del CIAE a la fecha.

viernes, 30 de julio de 2010

Desigualdad y educación

Una extensa entrevista de J. E. García-Huidobro que relaciona los resultados parciales de la Encuesta CASEN con el sistema escolar chileno señala con fuerza que éste está estructurado de forma tal que sólo puede reproducir las desigualdades sociales. A modo de ejemplo de sus argumentos, lo siguiente de la nota publicada en CIPER:

¿Qué es para usted lo peor de la desigualdad: que un niño reciba una educación de $300 mil y otro se eduque con $30 mil?

No solamente eso. Porque junto al colegio de $30 mil hay otro de $50 mil, donde van las familias que pueden pagar un poco más; y más allá otro de $100 mil y así para arriba. Entonces, el efecto no es sólo que unos pocos tienen una educación más enriquecida, sino que todos se educan sin vasos comunicantes. Este sistema, como dijo la OECD en 2003, está hecho para mantener las diferencias de clase y no para superarlas. Y ese es un problema gravísimo de nuestro país. Ahora mismo nos estamos haciendo el harakiri con la Casen porque aumentaron los pobres. Sin embargo, nadie dice que aumentaron los pobres mientras sigue habiendo un sector que percibe beneficios 11 veces más altos que el 10% más pobre. Esas son nuestras tremendas desigualdades, un tema que no se toca. Miramos a Finlandia porque tiene buenos profesores, pero no vemos que es el país que tiene la menor desigualdad social del mundo.

martes, 27 de julio de 2010

Desigualdad en Chile


Las noticias no son buenas. Chile ha retrocedido en la justicia social porque la distancia entre ingresos de ricos y pobres ha aumentado: el 10% más rico gana 46 veces más que el 10% más pobre y las políticas sociales logran mitigar esta brutal brecha apenas para hacerla menos intolerable, reduciéndola a 25 veces. Mal día para Chile.

Una muestra de la cobertura de prensa es la siguiente:

Es evidente que el problema es de complejidad notable y que, pese a los cientos de miles de páginas, hay que seguir investigando. La educación, se ha dicho siempre, es una de las llaves para romper esta tendencia a la fragmentación y la injusticia, pero esto no sirve de mucho (ni menos ahora) si el cambio no es estructural. No hay país con una educación justa en una sociedad desigual.

miércoles, 7 de julio de 2010

Consumo de drogas en escolares

Se ha difundido en la prensa y en el sitio de CONACE, el Octavo Estudio Nacional de Drogas que, en rigor, es una entrevista basada en un cuestionario que fue auto-aplicado a una muestra de la población de interés (en este caso, quienes respondieron el cuestionario fueron escolares que estaban cursando desde 8EB a 4EM, al momento del estudio). En otras palabras, son los propios estudiantes quienes señalaron si han consumido o no drogas.

En la prensa y en el mismo PDF que difunde CONACE en su sitio, se informa con vaguedad y poco rigor los datos y las tendencias, sin prevenir qué significan las cifras. Así, por ejemplo, se dice que el consumo de la cocaína ha crecido en el último bienio entre los estudiantes que asisten a establecimientos municipales y privados subvencionados. Pero no se advierte que la denominada "prevalencia en el consumo" significa que se ha consumido al menos una vez la droga en el último año. Por consiguiente, el dato no permite discriminar entre quien ha probado una droga un par de veces y quien es un consumidor habitual o que acostumbra a usar una droga los fines de semana o cada vez que asiste a una fiesta. 

Sin duda, la forma de obtener o construir los datos y la ambigüedad en la presentación de los resultados restan fuerza a las conclusiones y recomendaciones de política que se desprendan de aquí. Y otra vez queda de manifiesto la debilidad en el análisis y riesgo que envuelve la forma en que estos estudios son difundidos en la prensa. Una visión más cuidadosa se puede consultar en numerosos papers disponibles gratuitamente en Internet (por ejemplo, en Scielo), en portales como "las drogas.net"  (de donde proviene la imagen que acompa esta nota) y espacios académicos.