sábado, 25 de abril de 2015

Primeras reacciones al proyecto de Carrera Docente

Gradualmente, comienzan a mostrarse las posiciones sobre el proyecto de Carrera Docente. En general, la reacción ha sido positiva para aspectos tales como el aumento de los puntajes mínimos para estudiar pedagogía, la acreditación obligatoria de los programas de formación en pedagogía, la obligatoriedad de contar con procesos de inducción basados en mentoría y el aumento de salarios debería atraer y retener a los buenos docentes; la reducción del tiempo lectivo (del actual 75% de las horas contrato se llegará a 65%) debería aliviar el agobio; la extensión de la normativa a los docentes que ejercen en establecimientos privados subvencionados implicará que más del 90% de la matrícula compartirá un mismo régimen laboral para sus profesores (principalmente en lo que respecta a la evaluación de desempeño, pues seguirá operando el Código Laboral como marco normativo para el sector privado subvencionado y el Estatuto Docente para el sector estatal). 

Las críticas o aprehensiones que se han manifestado tienen que ver el financiamiento (se dicen que sus costos no podrían ser cubiertos con los recursos disponibles o que se proyectan), con la supresión del art. 46g de la Ley General de Educación (LGE) que posibilita que profesionales sin formación pedagógica formal ejerzan la docencia durante 3 años; con la rigidez de los tramos de la carrera docente (con permanencia mínima de 4 años cada uno de éstos); con la participación de los directores en el proceso de evaluación docente y el rol del Ministerio de Educación en la formación continua y la evaluación. La opinión editorial de La Tercera de hoy apunta en esta dirección. Se titula "Nueva Carrera Docente: un primer paso":


"EL ENVIO al Congreso del proyecto de ley sobre una nueva carrera docente es un paso valioso, porque permite volver a poner en el centro de la discusión aquellos aspectos que efectivamente contribuyen a la calidad de la educación. En ello resulta crucial atraer y retener buenos profesores, y en tal sentido la reforma podría constituir un primer paso en esa dirección, si bien varios de sus contenidos deben ser examinados con mayor detalle, pues podrían contradecir este objetivo. Además, hay fundados cuestionamientos sobre las bases financieras de este  proyecto, cuyo financiamiento podría exceder con creces los cálculos inicialmente previstos.

Es acertado que la nueva carrera docente busque asociar la remuneración de los profesores a su desempeño y calificaciones académicas, perdiendo preponderancia la antigüedad del cargo. El proyecto contempla cinco niveles, desde el “inicial” al “experto”. Para avanzar en ellos el profesor deberá acreditar competencias, y cada nivel irá asociado a una mayor remuneración. El proyecto contempla bonificaciones para aquellos profesores más preparados y que trabajen con alumnos vulnerables, caso en que la renta podría aproximarse a $2 millones mensuales. Asimismo, se contempla desde ya un aumento en la remuneración de los profesores en torno a 30% -cuyo monto dependerá de las horas cronológicas de ejercicio, pero que en algunos casos podría dejar el salario inicial en torno a $ 1 millón-, y se incrementa el número de horas no lectivas.

Este conjunto de incentivos es un avance respecto al rígido esquema que rige hoy en el sistema público, y que limita fuertemente la posibilidad de reemplazar a docentes no calificados o atraer profesores de excelencia. Sin embargo, es relevante que durante la discusión legislativa de este proyecto se preserven y profundicen estos principios competitivos, sin que perjudique a la educación particular subvencionada por la vía de otorgarle aportes a la municipal por un camino separado a la subvención. Debe evitarse así que se ceda ante la fuerte presión por introducir más estatismo en el sistema educacional, algo que por lo demás impregna toda la reforma educacional del gobierno ya aprobada.

En tal sentido, debe examinarse en profundidad el sistema de calificación de los profesores, el que quedará entregado protagónicamente a un organismo dependiente del Ministerio de Educación. El papel de los directores de colegio inexplicablemente seguirá siendo muy limitado en la calificación de los docentes, lo que se contrapone al objetivo de que los proyectos educativos reflejen más fielmente el sentir de cada comunidad escolar. La evaluación docente será cada cuatro años, lo que puede constituir un tiempo excesivamente extenso para prescindir de profesores no calificados. También es una negativa señal que el proyecto elimine la disposición que permite contratar a profesionales de otras áreas para hacer clases. Su aporte es especialmente valioso en aquellas áreas más específicas, como las ciencias o las matemáticas, y dada la carencia de buenos profesores es un contrasentido prescindir de su contribución. Ello parece ser un inconveniente guiño al Colegio de Profesores, el que sigue aferrado a las inflexibilidades injustificadas.

Si bien cada aspecto del proyecto deberá ahora ser analizado en detalle, su concreción debe ser a la luz de las posibilidades reales en materia fiscal. El gobierno ha señalado que en régimen la carrera docente tendrá un costo fiscal de unos US$ 2.200 millones, pero diversas voces ya han advertido que dicho monto es incompatible con los gastos que demandarán otros objetivos del gobierno en materia educacional, como gratuidad universal en educación superior y la eliminación del copago de los padres en la etapa escolar. Esta inconsistencia debe ser prontamente despejada por el Ministerio de Hacienda."


En la otra orilla, las críticas señalan que el agobio en el futuro será por la sobreevaluación a la que se verán sometidos los profesores, dado que la promoción y mejora salarial estará condicionada a la superación de evaluaciones de conocimiento pedagógico y disciplinario. Es la opinión que recoge "El Desconcierto" en una nota sobre un debate de académicos de la Universidad de Chile al respecto. Transcribo la nota firmada por Alicia Sánchez, titulada "Expertos advierten incremento de agobio laboral que implicaría la nueva ley sobre carrera docente":


"Diversos académicos e investigadores de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile valoran avances del “Proyecto de ley que crea el sistema de desarrollo profesional docente y modifica otras normas”, como el aumento del sueldo mínimo inicial y la exigencia de acreditación obligatoria de las carreras. Sin embargo advierten sobre el agobio laboral, el control burocrático y las evaluaciones a las que seguirán sometidos los y las profesoras.

Coinciden en la urgencia de instalar en el debate público una mirada más compleja de la calidad educativa, que va más allá de una “maratón” que los profesores deben enfrentar solos y que puede enriquecer la discusión parlamentaria de las próximas semanas.

Ernesto Águila, director del Departamento de Estudios Pedagógicos DEP de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, señala que “hay avances en las condiciones de trabajo  docente expresado en el reajuste salarial de cerca de un 30% y en la disminución de las horas lectivas de 75% a 65%. En la tramitación parlamentaria se debiera bajar las horas lectivas  a lo menos a un 60%. También es positiva la exigencia de acreditación obligatoria de las carreras de pedagogías y la derogación del artículo 46 letra G de la LGE que permite el ejercicio de la docencia de profesionales sin estudios pedagógicos. No obstante ello el proyecto sigue atrapado en una concepción de la profesión docente que se funda en una idea individualista de ésta, sometida a fuertes controles externos y permanentes evaluaciones. La carrera docente sigue siendo pensada y definida desde fuera de ella y no se funda en un concepto de desarrollo y fortalecimiento de la autonomía profesional”.

La académica e historiadora del Departamento de Estudios Pedagógicos Leonora Reyes, explica que “el aumento salarial no debe ocultar la profundización del modelo de trabajo docente que se produce con este proyecto de ley, un modelo basado en incentivos individuales por medio de la competencia entre docentes y escuelas”. A su juicio “se echa de menos que no se diga nada relacionado con el artículo de la Ley Lavín (20.501) que permite  a los sostenedores el despido de un 5% de docentes en función de evaluaciones realizadas por ellos. Tampoco aparece como eje principal la estructura de participación del profesorado y la comunidad en general en la gestión del proyecto educativo como la libertad y autonomía curricular, entre otras”.

Para Teresa Flórez, Doctora en Educación de la Universidad de Oxford y coordinadora de investigación del DEP, “la nueva ley incrementa el agobio laboral, al aumentar la sobre-evaluación externa a la que ya se encuentran sometidos los docentes, haciendo ahora depender su trabajo y sus remuneraciones de los resultados, y sin que quede muy claro qué tipo de apoyos se entregarán para su desarrollo profesional o para la mejora de condiciones laborales. Junto con ello, pese a que las consecuencias negativas del portafolio docente son reconocidas oficialmente por MideUC y la directora de Docentemás en términos de sobrecarga laboral, emociones negativas y prácticas poco éticas como la venta de portafolios, se pretende mantener este sistema y aumentar su impacto al vincularlo con despidos y sueldos. Así, se pretende que tenga al mismo tiempo una función formativa y sumativa con consecuencias, funciones que la literatura internacional reconoce como irremediablemente en tensión. O se tiene una o la otra, o se generan dos sistemas aparte para cada propósito.”

Coincide con este análisis el Área de Estudios del Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC) de la U. de Chile, que considera que el proyecto plantea la profesionalización de los y las docentes como una gran maratón que deben correr solos y que su avanzar depende de su propia capacidad de dar buenas evaluaciones”.

“Se observa una carrera en trayectoria compuesta por tres tramos o escalafones profesionales y con un componente de mejoramiento de condiciones laborales, donde se incluyen escalas de salarios ligados al tránsito por estos escalafones y a una nebulosa formación en servicio profesional. Estos componentes serían los elementos que configuran la carrera docente,  que hemos denominado como la ‘competencia docente’, y donde pareciera que se vuelve a la misma receta de siempre, haciendo cobrar a la evaluación docente una labor tan fundamental en esta trayectoria, convirtiéndose en control o check point, de cada tramo de la carrera”, explican.

Como señala Leonora Reyes, “la estructura salarial no puede estar basada en tramos y competencia individual pues la docencia es, sustancialmente, un trabajo colectivo”. En relación a las condiciones de trabajo pedagógico, la académica sostiene que debieran establecerse en un 50% de horas lectivas y 50% de horas no lectivas -diferenciando estas últimas del trabajo administrativo-, un máximo de 20 estudiantes por sala, hacer efectivas las horas de colación y no sobrecargar laboralmente el horario doméstico, entre otras."





lunes, 20 de abril de 2015

Proyecto de Carrera Docente

Hoy se ha firmado el proyecto de ley que reforma la Carrera Docente. En la web del MINEDUC se puede conocer sus principales puntos y un díptico resumen. También en la prensa nacional. Transcribo la nota de El Mercurio:

"Las claves del proyecto de Carrera Docente: Sueldo mínimo de profesores será de $ 950.000"
Por Natacha Ramírez


SANTIAGO.- Tras meses de expectativas y de intensas negociaciones con profesores y parlamentarios, el Gobierno finalmente reveló el proyecto de ley de Nueva Política Nacional Docente, uno de los ejes de la reforma educacional. La creación de una Carrera Docente, con la posibilidad de que los profesores puedan ir ascendiendo en el ejercicio de su profesión, mejores sueldos y aumento de las horas no lectivas son algunos de los puntos principales que contiene la iniciativa, que hoy firmó la Presidenta Michelle Bachelet. Éstos son los ejes del proyecto de ley: 

- Carrera Docente con 5 niveles: Una de las principales novedades es que se implementará una Carrera Docente que constará de 5 niveles, en que los profesores podrán ir ascendiendo según su desempeño y los años que lleven ejerciendo la profesión. Los niveles son: Inicial, Temprano, Avanzado, Superior y Experto. Para ingresar a cada nivel, los profesores deberán certificarse –a través de una prueba y la entrega de un portafolio– y, conforme vayan ascendiendo, se irán incrementando sus remuneraciones. Los tres primeros niveles serán obligatorios y los dos niveles superiores serán voluntarios. Quienes estén en el tramo Avanzado podrán optar a cargos de mayor responsabilidad, como director. 

- Mentores: Los profesores recién egresados tendrán un año de inducción al ejercicio de la profesión docente, periodo en que serán acompañados por un "mentor" –un profesor con mayor experiencia–. Luego, a partir del segundo año de ejercicio, deberán certificarse para ingresar a la Carrera Docente. En caso de no lograr certificarse, tendrán una nueva oportunidad al año siguiente. 

 - Sueldos: Éstos dependerán del nivel de desempeño en que se ubique el profesor. La propuesta del Gobierno establece que el sueldo mínimo inicial de los docentes será de unos $950 mil bruto por 44 horas semanales (jornada completa). Esto implica un alza de más de un 30%, considerando que la renta mínima actual es de $636 mil por la misma cantidad de horas. En tanto, la renta mínima para los profesores principiantes será de $800 mil en base a 37 horas semanales. También se asegura que no se disminuirá el sueldo de los profesores en ejercicio en caso de que la renta que corresponda a su nivel sea inferior al que recibe actualmente.

- Contratos: Para que un profesor sea contratado en el sector público será requisito que esté certificado en la Carrera Docente. En tanto, los profesores principiantes y que no estén certificados se contratarán a plazo fijo. Para que un docente sea contratado como profesor titular deberá someterse a concurso.

- Aumento de horas no lectivas: El proyecto plantea aumentar de 25% a 35% el porcentaje de horas no lectivas, es decir, el tiempo que utilizan los maestros fuera del aula para realizar otras labores, como corregir pruebas, preparar sus clases y recibir a los apoderados. Esto significa que un profesor con 37 horas de contrato tendrá 24 horas de clases y 13 horas no lectivas. - Mayores exigencias para alumnos de Pedagogía: Se elevarán gradualmente las exigencias para ingresar a la carrera de Pedagogía. En el año 2016 se exigirá un mínimo de 500 puntos PSU o estar en el 50% superior del ranking de notas. En 2018 se eleva a 525 puntos PSU y 40% superior del ranking, hasta llegar, en 2020, a 550 puntos PSU y 30% superior del ranking de notas. Además, al cuarto año de estudio de la carrera de Pedagogía, se les tomará una prueba (similar a la Pruebe Inicia) para que la universidad refuerce sus puntos débiles. 

- Más exigencias para las universidades: Los programas de Pedagogía deben estar obligatoriamente acreditados, de lo contrario, no se podrán seguir impartiendo. Junto a esto, se establecerán mayores exigencias para acreditar a la carrera.

- Cambios a la Prueba Inicia: Ésta se aplicará en la mitad de la carrera de Pedagogía para que sirva a las universidades como instrumento de evaluación. Esta prueba no será habilitante para el ejercicio de la profesión. 

- Evaluación Docente: Ésta se mantendrá para los profesores que se desempeñen en el sector público, aunque se le introducirán modificaciones. 

- Incluye a profesores de colegios subvencionados y Ed. Parvularia: El proyecto incluye a 185 mil profesores, tanto a los que se desempeñan en el sector municipal (90 mil) como en el particular subvencionado (95 mil). También contempla a los docentes del nivel escolar (incluida la educación media técnico profesional) y a las educadoras de párvulos. No obstante –explicó el ministro Nicolás Eyzaguirre– la incorporación de estas últimas "demorará un poco más", debido a que están más retrasados en los exámenes que se requieren para poder certificarlas. 

-Sólo profesores podrán hacer clases: Para ejercer la docencia será requisito contar con un título de profesional de la educación. Para esto se derogará la norma que actualmente autoriza a profesionales de otras áreas ejercer la docencia.
Las claves del proyecto de Carrera Docente: Sueldo mínimo de profesores será de $950 mil El sueldo mínimo inicial de los profesores pasará de $636 mil a $950 mil por 44 horas semanales. Foto: El Mercurio Colegio de Profesores considera insuficiente Carrera Docente y ratifica movilizaciones Mineduc cifra en más de US$ 2.300 millones el costo de la nueva Carrera Docente Bachelet firma proyecto de Carrera Docente y promete "nuevo trato" a profesores Presidente del PC se desliga de crisis en U. Arcis: "Nosotros no tenemos nada que ver" Ver más Educación SANTIAGO.- Tras meses de expectativas y de intensas negociaciones con profesores y parlamentarios, el Gobierno finalmente reveló el proyecto de ley de Nueva Política Nacional Docente, uno de los ejes de la reforma educacional. La creación de una Carrera Docente, con la posibilidad de que los profesores puedan ir ascendiendo en el ejercicio de su profesión, mejores sueldos y aumento de las horas no lectivas son algunos de los puntos principales que contiene la iniciativa, que hoy firmó la Presidenta Michelle Bachelet. Éstos son los ejes del proyecto de ley: - Carrera Docente con 5 niveles: Una de las principales novedades es que se implementará una Carrera Docente que constará de 5 niveles, en que los profesores podrán ir ascendiendo según su desempeño y los años que lleven ejerciendo la profesión. Los niveles son: Inicial, Temprano, Avanzado, Superior y Experto. Para ingresar a cada nivel, los profesores deberán certificarse –a través de una prueba y la entrega de un portafolio– y, conforme vayan ascendiendo, se irán incrementando sus remuneraciones. Los tres primeros niveles serán obligatorios y los dos niveles superiores serán voluntarios. Quienes estén en el tramo Avanzado podrán optar a cargos de mayor responsabilidad, como director. - Mentores: Los profesores recién egresados tendrán un año de inducción al ejercicio de la profesión docente, periodo en que serán acompañados por un "mentor" –un profesor con mayor experiencia–. Luego, a partir del segundo año de ejercicio, deberán certificarse para ingresar a la Carrera Docente. En caso de no lograr certificarse, tendrán una nueva oportunidad al año siguiente. - Sueldos: Éstos dependerán del nivel de desempeño en que se ubique el profesor. La propuesta del Gobierno establece que el sueldo mínimo inicial de los docentes será de unos $950 mil bruto por 44 horas semanales (jornada completa). Esto implica un alza de más de un 30%, considerando que la renta mínima actual es de $636 mil por la misma cantidad de horas. En tanto, la renta mínima para los profesores principiantes será de $800 mil en base a 37 horas semanales. También se asegura que no se disminuirá el sueldo de los profesores en ejercicio en caso de que la renta que corresponda a su nivel sea inferior al que recibe actualmente. - Contratos: Para que un profesor sea contratado en el sector público será requisito que esté certificado en la Carrera Docente. En tanto, los profesores principiantes y que no estén certificados se contratarán a plazo fijo. Para que un docente sea contratado como profesor titular deberá someterse a concurso. - Aumento de horas no lectivas: El proyecto plantea aumentar de 25% a 35% el porcentaje de horas no lectivas, es decir, el tiempo que utilizan los maestros fuera del aula para realizar otras labores, como corregir pruebas, preparar sus clases y recibir a los apoderados. Esto significa que un profesor con 37 horas de contrato tendrá 24 horas de clases y 13 horas no lectivas. - Mayores exigencias para alumnos de Pedagogía: Se elevarán gradualmente las exigencias para ingresar a la carrera de Pedagogía. En el año 2016 se exigirá un mínimo de 500 puntos PSU o estar en el 50% superior del ranking de notas. En 2018 se eleva a 525 puntos PSU y 40% superior del ranking, hasta llegar, en 2020, a 550 puntos PSU y 30% superior del ranking de notas. Además, al cuarto año de estudio de la carrera de Pedagogía, se les tomará una prueba (similar a la Pruebe Inicia) para que la universidad refuerce sus puntos débiles. - Más exigencias para las universidades: Los programas de Pedagogía deben estar obligatoriamente acreditados, de lo contrario, no se podrán seguir impartiendo. Junto a esto, se establecerán mayores exigencias para acreditar a la carrera. - Cambios a la Prueba Inicia: Ésta se aplicará en la mitad de la carrera de Pedagogía para que sirva a las universidades como instrumento de evaluación. Esta prueba no será habilitante para el ejercicio de la profesión. - Evaluación Docente: Ésta se mantendrá para los profesores que se desempeñen en el sector público, aunque se le introducirán modificaciones. - Incluye a profesores de colegios subvencionados y Ed. Parvularia: El proyecto incluye a 185 mil profesores, tanto a los que se desempeñan en el sector municipal (90 mil) como en el particular subvencionado (95 mil). También contempla a los docentes del nivel escolar (incluida la educación media técnico profesional) y a las educadoras de párvulos. No obstante –explicó el ministro Nicolás Eyzaguirre– la incorporación de estas últimas "demorará un poco más", debido a que están más retrasados en los exámenes que se requieren para poder certificarlas. -Sólo profesores podrán hacer clases: Para ejercer la docencia será requisito contar con un título de profesional de la educación. Para esto se derogará la norma que actualmente autoriza a profesionales de otras áreas ejercer la docencia.

Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/nacional/2015/04/20/713336/las-claves-del-esperado-proyecto-de-carrera-docente.html

miércoles, 8 de abril de 2015

Subsidiriedad en Educación y barreras a la creación de nuevas escuelas o liceos subvencionados

Ernesto Águila se refiere hoy a la necesidad de revisar el rol subsidiario del Estado, consagrado en la Constitución de 1980, afirmando que mientras esta norma persista, la educación pública seguirá siendo una alternativa de segunda categoría. Ello a propósito de la reciente decisión del Tribunal Constitucional que rechazó el reclamo de quienes postulaban que los límites a la creación de nuevos establecimientos subvencionados señalada en la Ley de Inclusión sería inconstitucional pues implicaba una vulneración de la libertad de enseñanza y de la igualdad de trato entre nuevos y antiguos oferentes. El argumento oficial, en cambio, defendía la medida señalando que dado el exceso de oferta escolar en ciertos territorios, es necesario poner barreras de entrada a nuevos oferentes, admitiendo solo a quienes demuestren que hay demanda insatisfecha y que además acrediten que cuentan con un proyecto educativo capaz de afrontarla. Asimismo, señalaban que el Estado puede imponer nuevos requisitos para impetrar la subvención y resguardar su correcto uso.

Pues bien, el Tribunal Constitucional rechazó el reclamo pues -entre otras razones- hay precedentes sobre nuevas regulaciones para acceder a la subvención que distinguen entre establecimientos nuevos o no (este sería el caso de la ley JEC que estableció que los nuevos establecimientos debían acogerse a ella para recibir subvención). Asimismo, no se vulnera la libertad de enseñanza porque el reconocimiento estatal es independiente del otorgamiento de la subvención. Dicho de otra forma, el derecho de todos a abrir establecimientos y a acceder al reconocimiento oficial no se vulnera, lo que se modifica son los requisitos para la subvención. La sentencia del Tribunal es más categórica todavía pues dice: "la norma es plenamente justificable, dada la actual situación, en que los privados piden la subvención desde su propio interés; desde la libertad de enseñanza. En cambio, la norma enfoca el problema de la apertura de los colegios desde el derecho a la educación. De ahí la exigencia de que haya una demanda insatisfecha, porque los actuales establecimientos están completos (la matrícual no puede ser cubierta) o porque no hay un establecimiento educacional con un proyecto educativo como el que se pretende aportar. Hay, por lo tanto, una evaluación o examen del nuevo establecimiento inserto en los actuales [...] La normativa busca, entonces, mejorar la calidad de la educación por la vía de controlar la asignación de las subvenciones" (el texto en negritas en destacado por mí).

Sobre esta base, Águila dice que aun cuando el Tribunal Constitucional no abordó la cuestión de la subsidiariedad del Estado, sí afirmó la importancia del rol del Estado en cuanto garante de racionalidad mínima del sistema "para evaluar la pertinencia de financiar con recursos públicos emprendimientos educativos privados". De este modo, en la práctica el carácter subsidiario del Estado es interpelado pues ya no sería automática la preeminencia de la acción privada como creadora de oferta educacional con financiamiento estatal. A partir de la vigencia de la nueva Ley de Inclusión, será la calidad, carácter innovador y pertinencia territorial del proyecto educativo lo que dirima si la nueva escuela o liceo privado es merecedor de la subvención estatal.





miércoles, 1 de abril de 2015

Carrera docente (opinión de Silvia Eyzaguirre)

Sylvia Eyzaguirre, del Centro de Estudios Públicos (CEP Chile), publicó en La Tercera una columna donde se pregunta por el salario correcto para un docente, reaccionando a dos cifras que circulan en los medios: $1.000.000 que propone el Colegio de Profesores y $800.000 que propone el MINEDUC. Eyzaguirre se pregunta por los fundamentos de dichas cifras y analiza salarios de otros profesionales de igual nivel de formación universitaria. Aunque no lo dice explícitamente, sugiere un modelo de estimación donde se adopta la cifra del MINEDUC como piso, aunque advierte que en contextos de mayor vulnerabilidad socioeducativa, este monto debería ser elevado hasta en un 40% para atraer a profesionales de mayor mérito y experiencia.

Adicionalmente, en la opinión de Sylvia Eyzaguirre, la carrera docente debería ser aplicable a todos los docentes que laboran en establecimientos subvencionados, incluir pago por mérito e incentivos para atraer a los mejores a las escuelas de mayor vulnerabilidad o riesgo socioducativo; y dar autonomía a los directivos de establecimientos para resolver las condiciones de trabajo, evaluación y compensaciones para los profesores en dicho contexto.

Transcribo ahora dos columnas de S. Eyzaguirre, una publicada en La Tercera y otra disponible en CEP Chile. Los énfasis y gráficos son de los artículos originales:


¿Cuánto debe ganar un profesor? (Sylvia Eyzaguirre)

Es indiscutible que la carrera profesional docente abarca diversos aspectos del ejercicio docente, que van mucho más allá de las remuneraciones, como por ejemplo las exigencias para ingresar a la carrera, los niveles de desarrollo profesional, la evaluación docente, el perfeccionamiento continuo, etc.
En las últimas semanas hemos escuchado a diversos actores debatir sobre cuánto debería ser la remuneración para los profesores que se inician en la profesión. El Colegio de Profesores considera que el salario mínimo debería ser sobre el millón de pesos, mientras que las cifras que el Ministerio de Educación ha dado a conocer bordean los 800 mil pesos. Con todo, no hemos escuchado las razones que permiten a unos y a otros afirmar dichos montos.

Actualmente, según información de Mi Futuro, la remuneración promedio bruta de los docentes al primer año de titulados para una jornada de 44 horas es un 46% inferior a la remuneración promedio bruta que percibe el resto de los egresados universitarios, que bordea los $800.000. Esta diferencia en las remuneraciones se acrecienta en el tiempo, siendo cada vez menos atractiva la profesión docente para profesionales talentosos.

Gráfico 1: Comparación remuneraciones promedio brutas entre profesores y otros profesionales
uno

Para avanzar en elevar el estatus de la profesión docente y hacerla más atractiva resulta fundamental partir por cerrar la diferencia que existe con otras profesiones afines. Ello implica no sólo elevar la remuneración al inicio de la carrera, sino también que su crecimiento a lo largo de la vida profesional sea similar al de otras profesiones. Esto implica considerar dos aspectos fundamentales: 1) que la tasa de crecimiento de las remuneraciones en el resto de las profesiones es mayor en los primeros 10 a 15 años de experiencia laboral y luego ésta decrece, y 2) que la mayoría de las profesiones tiene dispersión salarial.

Por el contrario, la tasa de crecimiento de las remuneraciones de los profesores es baja y constante, esto significa que la remuneración crece muy poco en los primeros años y sólo al final, después de 30 años de ejercicio laboral, se alcanza una remuneración más atractiva. Además, las remuneraciones de los docentes aumentan principalmente por años de antigüedad y no por mérito, dificultando la retención de los profesores con buen desempeño, especialmente durante los primeros cinco años del ejercicio profesional. Por último, se observa una baja dispersión salarial en la profesión docente en comparación con otras profesiones. Esto significa que la diferencia en las remuneraciones es aún mayor que las antes mencionadas, si comparamos a los profesionales que hoy se encuentran en el 25% y 10% superior de la distribución de ingresos, lo que desalienta la permanencia de los docentes destacados, que son precisamente los que se quisiera retener.

Gráfico 2: Comparación remuneraciones docentes versus otras profesiones por tramo de ingresos al quinto año de experiencia
dos

Si queremos atraer a jóvenes talentosos, debemos ofrecerles condiciones atractivas. Por ello, resulta fundamental que la nueva carrera docente reconozca el mérito, creando dispersión salarial. Ello permitiría acotar los costos de la nueva carrera, atraer a jóvenes talentosos y con vocación a esta profesión y retener a los docentes de buen desempeño en el aula.

El siguiente gráfico muestra un modelo posible de remuneraciones según nivel de desarrollo profesional en comparación con la remuneración promedio actual del sector municipal (línea celeste). La línea azul representa la remuneración de los docentes para una jornada de 44 horas que ejercen por primera vez su profesión, cuyo salario inicial se acerca a los $800.000 mensuales y es equivalente al promedio de remuneraciones de los otros profesionales universitarios. La curva roja representa la remuneración del segundo nivel de la carrera docente, que es el estándar mínimo que se debería exigir a un docente al cabo de un número determinado de años de experiencia. Las remuneraciones de este nivel de desarrollo son equivalentes al percentil 60 de ingreso de los otros profesionales universitarios y son considerablemente más atractivas que las de los actuales docentes del sector municipal durante sus primeros 25 años de experiencia. Las curvas verde y morada representan los dos niveles de desarrollo superior y equivalen, aproximadamente, a las remuneraciones del percentil 75 y 80 de los otros profesionales universitarios. Ambos perfiles salariales superan con creces las remuneraciones actuales de los docentes, alcanzando el tramo superior los dos millones de pesos mensuales al cabo de 10 años de experiencia.

Gráfico 3: Modelo de remuneración de nueva carrera docente y remuneración promedio actual según Estatuto Docente (44 horas)
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Por último, para atraer a los profesores más talentosos a trabajar en las escuelas más vulnerables o apartadas geográficamente, debería crearse una asignación especial para los dos niveles de desarrollo superiores, que aumente su salario en al menos un 40%.

Este modelo de remuneración descansa sobre una idea de desarrollo profesional que reconoce el mérito, la experiencia y busca allegar docentes talentosos a los sectores más vulnerables. De aplicarse a todos los docentes que trabajan en establecimientos escolares que reciben aportes del Estado, tendría un costo adicional al gasto actual de dos mil millones de dólares.



 La urgencia de una nueva carrera docente (Sylvia Eyzaguirre)

Chile ha sido uno de los países que más ha mejorado la calidad de su educación escolar en los últimos 10 años. Según los últimos resultados de la prueba TERCE, que evalúa los conocimientos en lectura, matemáticas y ciencia de estudiantes latinoamericanos de tercero y sexto básico, nuestro país obtuvo el mejor desempeño en todas las áreas evaluadas y en todos los niveles, siendo el país que más mejoró su desempeño en matemáticas.

Estos resultados se condicen con los resultados en la prueba PISA, donde Chile obtiene el primer lugar entre los países latinoamericanos y muestra un avance significativo en la última década. Con todo, todavía tenemos un largo trecho por recorrer. Según la prueba PISA, uno de cada tres jóvenes de 15 años en nuestro país no cuenta con las habilidades mínimas para desenvolverse de forma efectiva en el mundo de hoy y lamentablemente la mayoría de estos jóvenes proviene de familias vulnerables. Este constituye nuestro principal desafío en educación, a saber, lograr un sistema de calidad donde todos puedan desarrollar sus talentos y la cuna no sea un factor determinante en las oportunidades futuras de las personas.

La evidencia indica que el factor al interior de la escuela que más incide en el aprendizaje de los niños son los profesores. Un buen profesor logra que sus alumnos avancen en un año lo equivalente a un año y medio con un profesor promedio, mientras que un mal profesor sólo logra que sus alumnos avancen la mitad que con un profesor regular.



Fuente: Sanders y Rivers

Si queremos mejorar las oportunidades de aprendizaje de nuestros niños, debemos abocarnos en primer lugar a mejorar la calidad de nuestros educadores y docentes. Actualmente, un tercio de los estudiantes que entraron a estudiar pedagogía no rindió la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y si consideramos sólo a quienes rindieron la PSU el puntaje promedio fue de 489 puntos y el puntaje de corte promedio de 427 puntos. Esto nos sugiere que hoy las carreras de pedagogía están atrayendo principalmente a estudiantes que se encuentran en la distribución inferior de habilidades. Para revertir este fenómeno y lograr atraer a jóvenes talentosos y con vocación a la profesión docente, se requiere no sólo mejorar la selectividad a la entrada de la carrera, sino también mejorar significativamente la calidad de los programas de formación, así como también las actuales condiciones laborales.

Uno de los aspectos que influyen a la hora de elegir una profesión son las futuras remuneraciones. Las remuneraciones de los docentes están considerablemente por debajo del promedio de las remuneraciones de profesionales universitarios. Al primer año de egresado, un profesor gana en promedio 46 por ciento menos que el promedio de los profesionales universitarios y esta brecha va aumentando a medida que los profesionales adquieren mayor experiencia.


Fuente: Mi Futuro, 2014

Si atendemos a lo que sucede en el 25 por ciento de los profesionales mejores remunerados, observamos que la brecha en las remuneraciones entre los profesores y los otros profesionales se incrementa significativamente. Ello indica que, a diferencia de lo que ocurre en otras profesiones, la actual estructura salarial de los docentes es relativamente plana, aumentando principalmente por años de antigüedad y no por mérito, lo que es un desincentivo para jóvenes talentosos con vocación de profesor.

Es importante que la nueva carrera docente, junto con elevar los estándares para entrar a la profesión, mejore las condiciones laborales del ejercicio docente. La nueva carrera debería no sólo elevar las remuneraciones de los docentes, de manera de hacerlas competitivas con otras profesiones afines, sino también ofrecer un desarrollo profesional desafiante y atractivo, reconociendo el mérito, entregando oportunidades de mejoramiento continuo y también flexibilizando la salida de los docentes de bajo desempeño.

Por cierto, estos no son los únicos aspectos que debe abordar el próximo proyecto de ley de carrera docente, pero hay tres aspectos adicionales que considero importante enfatizar.
  1. La nueva carrera profesional docente debe ser para todos los docentes y educadoras de párvulo del sector subvencionado por el Estado. El Estado tiene la obligación de velar por la calidad de la educación que ofrecen los establecimientos que reciben aportes del Estado, independientemente del tipo de sostenedor y cualquier tipo de discriminación arbitraria entre sostenedores perjudica finalmente a los niños.
  2. Crear incentivos efectivos que permitan atraer profesores de excelente desempeño a los sectores más vulnerables. Uno de los principales desafíos es atacar la inequidad que produce la cuna, y para ello el Estado debe hacer un mayor esfuerzo en atraer profesores talentosos a los establecimientos con mayor concentración de niños vulnerables.
  3. Entregar mayor autonomía a los directores de establecimientos, de manera que la nueva carrera esté en consonancia con las necesidades y desafíos de las comunidades locales. Es importante que la nueva carrera no responda únicamente al nivel central, sino que también se pueda adaptar a las necesidades de cada comunidad.