miércoles, 1 de abril de 2015

Carrera docente (opinión de Silvia Eyzaguirre)

Sylvia Eyzaguirre, del Centro de Estudios Públicos (CEP Chile), publicó en La Tercera una columna donde se pregunta por el salario correcto para un docente, reaccionando a dos cifras que circulan en los medios: $1.000.000 que propone el Colegio de Profesores y $800.000 que propone el MINEDUC. Eyzaguirre se pregunta por los fundamentos de dichas cifras y analiza salarios de otros profesionales de igual nivel de formación universitaria. Aunque no lo dice explícitamente, sugiere un modelo de estimación donde se adopta la cifra del MINEDUC como piso, aunque advierte que en contextos de mayor vulnerabilidad socioeducativa, este monto debería ser elevado hasta en un 40% para atraer a profesionales de mayor mérito y experiencia.

Adicionalmente, en la opinión de Sylvia Eyzaguirre, la carrera docente debería ser aplicable a todos los docentes que laboran en establecimientos subvencionados, incluir pago por mérito e incentivos para atraer a los mejores a las escuelas de mayor vulnerabilidad o riesgo socioducativo; y dar autonomía a los directivos de establecimientos para resolver las condiciones de trabajo, evaluación y compensaciones para los profesores en dicho contexto.

Transcribo ahora dos columnas de S. Eyzaguirre, una publicada en La Tercera y otra disponible en CEP Chile. Los énfasis y gráficos son de los artículos originales:


¿Cuánto debe ganar un profesor? (Sylvia Eyzaguirre)

Es indiscutible que la carrera profesional docente abarca diversos aspectos del ejercicio docente, que van mucho más allá de las remuneraciones, como por ejemplo las exigencias para ingresar a la carrera, los niveles de desarrollo profesional, la evaluación docente, el perfeccionamiento continuo, etc.
En las últimas semanas hemos escuchado a diversos actores debatir sobre cuánto debería ser la remuneración para los profesores que se inician en la profesión. El Colegio de Profesores considera que el salario mínimo debería ser sobre el millón de pesos, mientras que las cifras que el Ministerio de Educación ha dado a conocer bordean los 800 mil pesos. Con todo, no hemos escuchado las razones que permiten a unos y a otros afirmar dichos montos.

Actualmente, según información de Mi Futuro, la remuneración promedio bruta de los docentes al primer año de titulados para una jornada de 44 horas es un 46% inferior a la remuneración promedio bruta que percibe el resto de los egresados universitarios, que bordea los $800.000. Esta diferencia en las remuneraciones se acrecienta en el tiempo, siendo cada vez menos atractiva la profesión docente para profesionales talentosos.

Gráfico 1: Comparación remuneraciones promedio brutas entre profesores y otros profesionales
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Para avanzar en elevar el estatus de la profesión docente y hacerla más atractiva resulta fundamental partir por cerrar la diferencia que existe con otras profesiones afines. Ello implica no sólo elevar la remuneración al inicio de la carrera, sino también que su crecimiento a lo largo de la vida profesional sea similar al de otras profesiones. Esto implica considerar dos aspectos fundamentales: 1) que la tasa de crecimiento de las remuneraciones en el resto de las profesiones es mayor en los primeros 10 a 15 años de experiencia laboral y luego ésta decrece, y 2) que la mayoría de las profesiones tiene dispersión salarial.

Por el contrario, la tasa de crecimiento de las remuneraciones de los profesores es baja y constante, esto significa que la remuneración crece muy poco en los primeros años y sólo al final, después de 30 años de ejercicio laboral, se alcanza una remuneración más atractiva. Además, las remuneraciones de los docentes aumentan principalmente por años de antigüedad y no por mérito, dificultando la retención de los profesores con buen desempeño, especialmente durante los primeros cinco años del ejercicio profesional. Por último, se observa una baja dispersión salarial en la profesión docente en comparación con otras profesiones. Esto significa que la diferencia en las remuneraciones es aún mayor que las antes mencionadas, si comparamos a los profesionales que hoy se encuentran en el 25% y 10% superior de la distribución de ingresos, lo que desalienta la permanencia de los docentes destacados, que son precisamente los que se quisiera retener.

Gráfico 2: Comparación remuneraciones docentes versus otras profesiones por tramo de ingresos al quinto año de experiencia
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Si queremos atraer a jóvenes talentosos, debemos ofrecerles condiciones atractivas. Por ello, resulta fundamental que la nueva carrera docente reconozca el mérito, creando dispersión salarial. Ello permitiría acotar los costos de la nueva carrera, atraer a jóvenes talentosos y con vocación a esta profesión y retener a los docentes de buen desempeño en el aula.

El siguiente gráfico muestra un modelo posible de remuneraciones según nivel de desarrollo profesional en comparación con la remuneración promedio actual del sector municipal (línea celeste). La línea azul representa la remuneración de los docentes para una jornada de 44 horas que ejercen por primera vez su profesión, cuyo salario inicial se acerca a los $800.000 mensuales y es equivalente al promedio de remuneraciones de los otros profesionales universitarios. La curva roja representa la remuneración del segundo nivel de la carrera docente, que es el estándar mínimo que se debería exigir a un docente al cabo de un número determinado de años de experiencia. Las remuneraciones de este nivel de desarrollo son equivalentes al percentil 60 de ingreso de los otros profesionales universitarios y son considerablemente más atractivas que las de los actuales docentes del sector municipal durante sus primeros 25 años de experiencia. Las curvas verde y morada representan los dos niveles de desarrollo superior y equivalen, aproximadamente, a las remuneraciones del percentil 75 y 80 de los otros profesionales universitarios. Ambos perfiles salariales superan con creces las remuneraciones actuales de los docentes, alcanzando el tramo superior los dos millones de pesos mensuales al cabo de 10 años de experiencia.

Gráfico 3: Modelo de remuneración de nueva carrera docente y remuneración promedio actual según Estatuto Docente (44 horas)
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Por último, para atraer a los profesores más talentosos a trabajar en las escuelas más vulnerables o apartadas geográficamente, debería crearse una asignación especial para los dos niveles de desarrollo superiores, que aumente su salario en al menos un 40%.

Este modelo de remuneración descansa sobre una idea de desarrollo profesional que reconoce el mérito, la experiencia y busca allegar docentes talentosos a los sectores más vulnerables. De aplicarse a todos los docentes que trabajan en establecimientos escolares que reciben aportes del Estado, tendría un costo adicional al gasto actual de dos mil millones de dólares.



 La urgencia de una nueva carrera docente (Sylvia Eyzaguirre)

Chile ha sido uno de los países que más ha mejorado la calidad de su educación escolar en los últimos 10 años. Según los últimos resultados de la prueba TERCE, que evalúa los conocimientos en lectura, matemáticas y ciencia de estudiantes latinoamericanos de tercero y sexto básico, nuestro país obtuvo el mejor desempeño en todas las áreas evaluadas y en todos los niveles, siendo el país que más mejoró su desempeño en matemáticas.

Estos resultados se condicen con los resultados en la prueba PISA, donde Chile obtiene el primer lugar entre los países latinoamericanos y muestra un avance significativo en la última década. Con todo, todavía tenemos un largo trecho por recorrer. Según la prueba PISA, uno de cada tres jóvenes de 15 años en nuestro país no cuenta con las habilidades mínimas para desenvolverse de forma efectiva en el mundo de hoy y lamentablemente la mayoría de estos jóvenes proviene de familias vulnerables. Este constituye nuestro principal desafío en educación, a saber, lograr un sistema de calidad donde todos puedan desarrollar sus talentos y la cuna no sea un factor determinante en las oportunidades futuras de las personas.

La evidencia indica que el factor al interior de la escuela que más incide en el aprendizaje de los niños son los profesores. Un buen profesor logra que sus alumnos avancen en un año lo equivalente a un año y medio con un profesor promedio, mientras que un mal profesor sólo logra que sus alumnos avancen la mitad que con un profesor regular.



Fuente: Sanders y Rivers

Si queremos mejorar las oportunidades de aprendizaje de nuestros niños, debemos abocarnos en primer lugar a mejorar la calidad de nuestros educadores y docentes. Actualmente, un tercio de los estudiantes que entraron a estudiar pedagogía no rindió la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y si consideramos sólo a quienes rindieron la PSU el puntaje promedio fue de 489 puntos y el puntaje de corte promedio de 427 puntos. Esto nos sugiere que hoy las carreras de pedagogía están atrayendo principalmente a estudiantes que se encuentran en la distribución inferior de habilidades. Para revertir este fenómeno y lograr atraer a jóvenes talentosos y con vocación a la profesión docente, se requiere no sólo mejorar la selectividad a la entrada de la carrera, sino también mejorar significativamente la calidad de los programas de formación, así como también las actuales condiciones laborales.

Uno de los aspectos que influyen a la hora de elegir una profesión son las futuras remuneraciones. Las remuneraciones de los docentes están considerablemente por debajo del promedio de las remuneraciones de profesionales universitarios. Al primer año de egresado, un profesor gana en promedio 46 por ciento menos que el promedio de los profesionales universitarios y esta brecha va aumentando a medida que los profesionales adquieren mayor experiencia.


Fuente: Mi Futuro, 2014

Si atendemos a lo que sucede en el 25 por ciento de los profesionales mejores remunerados, observamos que la brecha en las remuneraciones entre los profesores y los otros profesionales se incrementa significativamente. Ello indica que, a diferencia de lo que ocurre en otras profesiones, la actual estructura salarial de los docentes es relativamente plana, aumentando principalmente por años de antigüedad y no por mérito, lo que es un desincentivo para jóvenes talentosos con vocación de profesor.

Es importante que la nueva carrera docente, junto con elevar los estándares para entrar a la profesión, mejore las condiciones laborales del ejercicio docente. La nueva carrera debería no sólo elevar las remuneraciones de los docentes, de manera de hacerlas competitivas con otras profesiones afines, sino también ofrecer un desarrollo profesional desafiante y atractivo, reconociendo el mérito, entregando oportunidades de mejoramiento continuo y también flexibilizando la salida de los docentes de bajo desempeño.

Por cierto, estos no son los únicos aspectos que debe abordar el próximo proyecto de ley de carrera docente, pero hay tres aspectos adicionales que considero importante enfatizar.
  1. La nueva carrera profesional docente debe ser para todos los docentes y educadoras de párvulo del sector subvencionado por el Estado. El Estado tiene la obligación de velar por la calidad de la educación que ofrecen los establecimientos que reciben aportes del Estado, independientemente del tipo de sostenedor y cualquier tipo de discriminación arbitraria entre sostenedores perjudica finalmente a los niños.
  2. Crear incentivos efectivos que permitan atraer profesores de excelente desempeño a los sectores más vulnerables. Uno de los principales desafíos es atacar la inequidad que produce la cuna, y para ello el Estado debe hacer un mayor esfuerzo en atraer profesores talentosos a los establecimientos con mayor concentración de niños vulnerables.
  3. Entregar mayor autonomía a los directores de establecimientos, de manera que la nueva carrera esté en consonancia con las necesidades y desafíos de las comunidades locales. Es importante que la nueva carrera no responda únicamente al nivel central, sino que también se pueda adaptar a las necesidades de cada comunidad.




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