miércoles, 20 de abril de 2011

Limitaciones y posibilidades de INICIA



Transcribo la opinión de Ernesto Treviño, del CPCE en La Tercera. La columna de Treviño argumenta que la actual prueba INICIA es técnicamente objetable. Sin embargo, añade, se trata de una medida con un potencial interesante que, junto con otras medidas de reforma de la formación inicial docente, pueden estimular la mejora de la calidad del profesorado y de la educación escolar en Chile

LOS RESULTADOS de la Prueba Inicia indican que los nuevos profesores de educación básica, en promedio, son capaces de contestar correctamente la mitad de las preguntas de este examen. Además, al analizar el desempeño por mención de los profesores, se observa que aquellos especializados en lenguaje contestan correctamente el 55% de las preguntas de esta mención, mientras que los jóvenes profesores de matemáticas aciertan al 42% de las preguntas de la prueba en esta área del conocimiento. Los hallazgos de la prueba nos indican que la formación docente en Chile es deficiente, pero no nos revelan el grado y las especificidades de los problemas.

En primer lugar, la prueba Inicia mide un conjunto de conocimientos que no necesariamente se corresponden con los estándares que como país esperamos de la formación docente. Incluso, se podría pensar que la prueba mide algunos conocimientos básicos que estarían por debajo de lo que esperamos de nuestros futuros profesores. Distintos grupos de expertos nacionales han trabajado arduamente en la generación de los citados estándares y estamos a la espera de que el Ministerio de Educación los tome y los ponga en marcha. Así se unificarán los criterios de evaluación de los recién egresados, de manera similar a lo que hacemos con quienes finalizan la carrera de medicina.

En segundo lugar, la Prueba Inicia no es obligatoria, por lo tanto, instituciones completas pueden negarse a participar, como de hecho ocurrió en 16 casos. Además, los egresados de una institución participante pueden negarse a dar la prueba. Esto lleva a pensar que los resultados por institución podrían estar sesgados, porque en las instancias formadoras donde no participaron todos los graduados, podría ocurrir que se evalúen solamente a los más destacados.
Finalmente, este tipo de pruebas es confiable cuando el número de evaluados supera los 25 a 30 alumnos en cada institución, por características técnicas del instrumento. La Prueba Inicia, aun con estas limitaciones, ofrece una radiografía importante del futuro de la profesión docente. Nos sugiere que no estamos preparando a profesores con los conocimientos suficientes para enseñar, siendo más graves las falencias en las áreas de las ciencias sociales y la matemática. Esto quiere decir que las facultades de educación, como muchas lo han hecho, requieren una renovación profunda de sus mallas y profesores, y una orientación mayor hacia los resultados.

Otra parte del trabajo, sin embargo, queda en manos de las autoridades. Los sistemas escolares exitosos tienen docentes de primer nivel, y esto se logra seleccionando a los mejores candidatos y ofreciéndoles una carrera atractiva en términos de remuneración y reconocimiento social. En Chile hemos dado pasos trascendentes e incipientes para, al menos, elevar las competencias de entrada de los estudiantes de pedagogía a través de las becas "Vocación de Profesor" del Mineduc.

Respecto de mejorar las remuneraciones y el reconocimiento social, estamos aún lejos de lograrlo, y será difícil atraer a los mejores estudiantes de la educación media, si las carreras de pedagogía no ofrecen con claridad un futuro profesional y económico promisorio. Esperamos que se tomen medidas más drásticas en este sentido.

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