Lo que sigue es parte de la nota de prensa:
La calidad de los servicios ofrecidos es el primer nudo crítico. La Encuesta Longitudinal de Primera Infancia 2010, realizado por Microdatos de la Universidad de Chile, mostró graves debilidades en los cuidadores de niños y sólo el 1% de las futuras educadoras contestó más del 80% de las respuestas correctas en la prueba Inicia.
Rolla explica que se requiere desarrollar este año un estudio específico sobre la calidad de la educación parvularia y "ver maneras de mejorar el apoyo técnico que se entrega a las educadoras y técnicos para mejorar sus prácticas en la sala".
El segundo nudo crítico es que, pese a los avances en los últimos años, persiste la necesidad de elevar la cobertura de la educación parvularia: del total de un millón 442 niños menores de cinco años, el 62% no asistía en 2009 a establecimientos parvularios. "Tenemos un desafío que es analizar cómo ampliar esa cobertura de un modo que responda a los requerimientos de las familias en cada lugar y nivel en que se requieran, reconociendo que hay un grupo importante de padres que no están demandando educación parvularia para sus hijos. Es un fenómeno que debemos entender mejor", señala Rolla.
El tercer punto clave es el del financiamiento. En la actualidad, instituciones relevantes del sistema, como JUNJI y Fundación Integra (que acaparan el 82% de la matrícula en quintiles de menor ingreso de 0 a 4 años), tienen mecanismos de financiamiento muy diversos. Para la investigadora, sería interesante avanzar en la línea que viene proponiendo desde 2008 la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda: un sistema que mantiene la autonomía de las instituciones, pero que unifique criterios para la entrega de recursos (eventualmente, diferenciando por factores como ubicación geográfica y nivel de vulnerabilidad de los niños) y sea más transparente.
Finalmente, el análisis se refiere a la necesidad de avanzar hacia una mejor detección y abordaje de situaciones de desprotección o vulneración de derechos de los párvulos en el país. Los datos del Junji e Integra muestran que, de los casos en que se detecta este tipo de hechos, en el 35,7% no se realiza una intervención. "Hay una necesidad de dar seguimiento a estos casos de una manera más integral, porque muchas veces no están recibiendo la ayuda que necesitan. La preocupación por este tema existe en el sistema, pero siempre es posible mejorar", comenta Rolla.
Hola, soy educadora de parvulos y estudiante de un doctorado en educacion en UK. Me alegre yo tambien al conocer la noticia de que el nuevo gobierno retomara las acciones de M. Bachelet respecto a la primera infancia, sin embargo estoy temerosa sobre como se abordara. Especialmente el primer punto. Veo que el concepto de calidad esta mas bien orientado al cumplimiento de estandares y obtencion de buenos puntajes en la prueba inicia. Me preocupa que se este olvidando la voz de las propias educadoras y se busque entregar un "apoyo tecnico" en vez de un desarrollo profesional comunitario, co-construyendo significados acordes a los diferentes contextos chilenos.
ResponderEliminarBuen blog!
(tildes omitidos por este teclado defectuoso que uso)
Maria Jesus Viviani
Estimada María Jesús:
ResponderEliminarGuste o no, este afán por los resultados visibilizados en pruebas basadas en estándares es parte de la agenda del gobierno actual. Aun admitiendo que la formación de educadoras y educadores para la primera infancia debe ser mejorada, la cuestión es cómo se construye esta reforma, con qué enfasis y hacia dónde apuntar. Hoy parece trabajarse como si hubiese un acuerdo implícito sobre estos puntos.
Que todo resulte bien en tu doctorado.
Saludos
Luis Navarro