La noticia también ha sido recogida por La Tercera, aunque con acento en los factores que el Informe destaca en los sistemas educativos que han avanzado (prácticas docentes y procesos de aula, recursos, procesos y estructura). Por cierto, llama la atención la sobriedad de la nota, en contraste con la efusividad puesta en las editoriales y noticias de este mismo medio, sobre los anuncios de reforma y los juicios a favor de la misma.
A partir de la publicación del Informe, J. J. Brunner expone una categórica crítica a parte del debate nacional sobre las necesarias reformas en educación. Luego de mencionar el listado de sistemas escolares estudiados por la Consultora (cuyo equipo en esta ocasión incluyó a M. Fullan y M. Barber, entre otros), Brunner informa acerca de los estadios de desempeño en el camino del progreso que distingue el citado estudio, a saber:
- Desempeño pobre o malo o elemental
- Desempeño aceptable, razonable o prometedor
- Desempeño bueno
- Desempeño muy bueno, estupendo o destacado
- Desempeño excelente, óptimo o más alto
Cito:
"Chile aparece pasado del estadio 1º al 2º; es decir, de un desempeño bajo, pobre, elemental o malo a uno aceptable, razonable o prometedor.
Es una muy positiva noticia que confirma lo que viene mostrando nuestro SIMCE desde hace algunos años y lo que evidenció el progreso de Chile entre las pruebas PISA del 2000 y 2006.
Deja en vilo y pronto a caer por su propio peso, el reiterado, majadero incluso, juicio de quienes --a uno y otro lado de la divisoria de las aguas ideológicas-- alegan que Chile está educacionalmente estancado o, peor, decayendo.
Tales juicios negativos hace rato han dejado de prestar atención a la evidencia y se alimentan únicamente de prejucios o de una apenas oculta "mala fe" política.
El Gobierno Piñera, y el Ministro Lavín en particular, harían bien en tomar nota y, de una manera más razonada y seria, asumir de aquí en adelante un diagnóstico realista respecto del estado de avance de nuestro sistema escolar, de los muchos cambios y progresos realizados durante los últimos años y ajustar en consecuencia su discurso y políticas.
De los países que han avanzado del estado elemental al aceptable, Chile es el que hace progresos más considerables TOMANDO EN CUENTA el hecho de que su sociedad es la más desigual, por lejos, entre los países que se hallan en el mismo estadio de progreso y tiene uno de los sistemas socialmente más segmentados.
Esta doble característica impone a nuestro país especiales dificultades para avanzar por el camino del progreso escolar. Y nos obliga a gastar por alumno sumas significativamente superiores a las que hoy día invierte el Estado, condición sine qua non, asimismo, para reducir las brechas de inequidad y resultados y para integrar los diversos circuiotos escolares que hoy separan y estratifican a los alumno según su cuna.
Nos falta avanzar más, es cierto. Necesitamos, y podemos, llegar a un rendimiento escolar semejante al de Portugal en 10 años más, tal como esperamos alcanzar su ingreso per capital actual.
Para esto hay que implementar una serie de políticas: aumentar el valor de la SEP y apoyar a las escuelas para que la manejen eficazmente; fortalecer capacidades docentes y directivas; dar mayor autonomía de gestión a las escuelas municipales; establecer con urgencia la Agencia de Calidad y la Superintentednencia de Educación; promover redes de apoyo para las colegios de peor desempeño; mejorar el funcionamiento del Mineduc; intensificar los programas de atención temprana para niños de los primeros tres quintikes.
En suma: hay que seguir avanzando con base en acuerdos sólidos. Mientras tanto podemos decir: E pur si muove, según muestra el Informe Mc Kinsey."
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