jueves, 11 de noviembre de 2010

(In) justicia educativa en Chile. Una opinión a partir de Baudelot

Jorge Inzunza, psicólogo de la Universidad de Chile e integrante del EPE, comparte una interesante columna escrita a partir de una clase con Christian Baudelot, ampliamente conocido en el mundo de la sociología de la educación por sus trabajos junto a Roger Establet.

En la nota (que se puede leer acá), Inzunza expone parte del análisis que Baudelot hace sobre la orientación que éste llama "elitismo republicano" y que caracterizaría a los países capitalistas europeos y menos a otros como Chile, todo ello a partir de los resultados en pruebas internacionales como PISA 2006. En lo esencial, según expone Jorge Inzunza, los países elitistas republicanos han mejorado su desempeño en estas pruebas, sobre la base de criterios tales como la importancia del tronco común (esto es, el "tracking" tardío), la mejora de la calidad de la educación de masas (usualmente la educación pública dirigida a los más pobres) y el combate a la repetición escolar (por razones obvias, entre otras, porque alienta el rezago escolar, es casi siempre más un problema de desajuste entre condiciones de educabilidad y capacidades docentes y escolares, y puede influir en el autoconcepto del niño respecto de sus capacidades).

Sobre estos criterios que explicarían el progreso de los países en las evaluaciones comparadas, Inzunza afirma que Chile avanzaría justo en la dirección contraria. Cito a Jorge:

  1. "La importancia del tronco común, es decir, aquellos países más exitosos son aquellos que evitan orientar tempranamente al alumnado en distintas ramas. Ello contradice directamente el impulso “renovador” de nuestra Ley General de Educación, que justamente va a establecer un primer corte en el sexto año básico."
  2. "La relevancia de una escuela de masas, o sea, la evidencia muestra que es posible conciliar la apuesta por una escuela de masas de alta calidad, y la generación de más y mejores elites. Nuevamente nuestra política pública aparece haciendo lo contrario, los liceos de excelencia y la educación privada selectiva reducen la posibilidad de progresar al sistema educativo como un todo".
  3. "Evitar la repitencia escolar, es decir, aquellos países que obtienen un éxito mayor evitan dejar atrás a sus alumnos y alumnas. La repitencia se ha constituido en una forma de control individual en nuestro país, pero las consecuencias son en general nefastas como sistema".
Sobre el punto, 1, sin embargo, es discutible que la nueva división de ciclos que incluyó la LGE (esto es, una EB de 6 años y una EM de 6 años) sea una forma de tracking temprano. En la literatura sobre sistemas escolares, se entiende que el tracking se produce cuando los estudiantes deben optar por una orientación educacional que interrumpe la formación común (típicamente, cuando se debe optar entre educación secundaria general y educación secundaria técnica). En Chile, tal decisión está formalmente radicada en el año 10, aunque en la práctica suele ser tomada al ingresar al liceo. No hay, en consecuencia, contradicción entre el criterio de asegurar un tronco de educación común hasta donde sea posible (como recomendarían los resultados de PISA 2006) y la LGE chilena.

En el punto 2, en cambio, resulta clara la necesidad de asegurar una educación de calidad para todos, cuestión que se ve fuertemente amenazada en Chile por las persistentes políticas de segmentación. Con todo, más relevantes que los ahora llamados "liceos de excelencia" (cuya incidencia estadística será muy limitada dado su escaso número), son las políticas y regulaciones que alientan la selección de alumnos y el cobro a las familias incluso en establecimientos que reciben subvención estatal (financiamiento estatal). Los liceos de excelencia y la selección de alumnos envuelven un riesgo no cuantitativo, sino cualitativo y, más exactamente, simbólico: anidar en el imaginario chileno que siente una rara predilección por la exclusión y poca afinidad por la integración y todo lo que nos hace sentir parte de un colectivo; prefiere, en cambio, lo que nos separa y nos deja sólo con quienes se quiere estar o lo más cerca posible del grupo al que se aspira pertenecer. Esta nota ya es parte del "habitus" nacional.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios