Fuente: http://www.mineduc.cl |
Pese a su evidente importancia, el debate legislativo sobre el proyecto de nueva educación pública ha avanzado con escasa resonancia. Un factor que explica este segundo plano ha sido la discusión del presupuesto 2016 y, dentro de éste, el debate sobre la llamada "gratuidad en educación superior". Concluida la discusión del presupuesto, hoy se publican dos opiniones sobre educación pública. La primera es de dos diputadas (Yasna Provoste y Cristina Girardi), quienes explican por qué rechazaron una partida del presupuesto que facultaba al MINEDUC para transferir recursos a los municipios para el pago de deuda. La segunda es de Edison Ortiz, columnista de El Mostrador, quien critica el proyecto porque mantendría vigente el carácter subsidiario del rol del Estado y no restauraría el protagonismo del MINEDUC en la construcción del nuevo sistema de educación pública.
Transcribo parte de ambas columnas publicadas en "El Mostrador":
"En el programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet, hemos
comprometido el fortalecimiento de la educación pública, es por ello que
nos pareció muy acertado que en el proyecto de presupuesto 2016, el
Ejecutivo destinara efectivamente 259 mil 500 millones al Fondo de Apoyo
a la Educación Pública (*).
Creemos que esos recursos debieran focalizarse en beneficio de los
niños y niñas que asisten a las escuelas públicas, tendrían que ser
destinados a recuperar la confianza de las familias, a desarrollar, a
través del deporte, el arte, las capacidades y talentos de nuestros
alumnos y alumnas, en suma, generar los cimientos para la nueva
educación pública, que el país entero requiere y exige."
"Respecto del uso de estos recursos, la propuesta del Ejecutivo
permite el desarrollo de acciones en el sentido antes señalado, pero
autoriza además que hasta el 40% de estos recursos se puedan utilizar
por los municipios para "saneamiento financiero", esto es, para pago de
deuda."
"No deja de ser elevado el porcentaje destinado a saneamiento, pero lo
fundamental es saber qué tipo de deuda será absorbida con estos
recursos; en la glosa presupuestaria, que define cómo y en qué debieran
gastarse los fondos, solo se refiere a saneamiento financiero, sin
ninguna otra precisión."
"El Estado de Chile tiene efectivamente una deuda con los cientos de
municipios del país, por haber traspasado la educación sin consulta y
sin el financiamiento total de la educación. Es efectivo que el traspaso
implicó durante años el desfinanciamiento de la educación pública. Eso
es lo que todos conocemos y denominamos deuda estructural. Y,
claramente, esta deuda no es de los municipios. Muy por el contrario, es
una obligación del Estado con los municipios de Chile; es su
responsabilidad y tiene y debe asumirla. Sobre eso no hay discusión."
"Pero no todo es deuda estructural. Y esto lo saben los alcaldes y lo
sabe nuestro gobierno. Según el Ministerio de Educación, más de 30
municipios tienen una deuda que excede toda lógica y sabe también que
esta deuda supera con creces la deuda estructural. Son los llamados
municipios críticos."
"Todos sabemos que la mayoría de los alcaldes ha hecho esfuerzos
enormes por contener el gasto y traspasar recursos de sus propios
presupuestos para cubrir el déficit estructural y asegurar que el
sistema funcione y que, a pesar del esfuerzo, esa deuda estructural
persiste fundamentalmente en los municipios con menos recursos. Pero
también sabemos que otros no han sido precisamente responsables con el
gasto. Como por ejemplo aquellos que, a pesar de la sostenida
disminución de matrícula o cierre de escuelas, han aumentado la dotación
tanto de docentes como de asistentes de la educación, incrementando
enormemente la deuda estructural, o aquellos que han utilizados los
recursos de la SEP en otros fines o que tienen deudas con proveedores,
precisamente porque utilizaron los recursos en otras cosas."
"Proyecto de Nueva Educación Pública: la lápida del MINEDUC" (E. Ortiz)
"Este proyecto es por lejos el que tiene más historia y consistencia
de los tres que, con diferentes nombres, han estado en barbecho desde
hace tiempo. En su oportunidad, se dijo que se tramitaría en paralelo al
que afectaría a los docentes (PND), pero se postergó ingresándose
después del encasillamiento y la promoción ofertados a los funcionarios
del Mineduc con la promesa de otorgarles más estabilidad laboral y
fortalecer su carrera profesional."
"Creemos ahora entender por qué: primero se le entregó un dulce al
gremio (Andime), ya que efectivamente se puede mejorar la condición
laboral y de remuneraciones de cientos de funcionarios pero que, de
entrar en vigencia la iniciativa tal como está, significaría el fin de
la estructura histórica del Mineduc y el ocaso definitivo de sus
agencias regionales y provinciales y su reemplazo por una nueva
estructura (Dirección de Educación Pública y Servicios Locales). Si
efectivamente se hubiese querido potenciar el rol público del Mineduc,
se habría apostado por lo que solicitaban los dirigentes del gremio:
“Que los liceos y escuelas sean traspasados al Mineduc para ser
gestionados y administrados por sus órganos desconcentrados, es decir,
por departamentos provinciales, reforzados y mejor implementados
estructural y tecnológicamente” (Egidio Barrera, presidente Andime)."
"La iniciativa legislativa también ha sido recibida de manera disímil
por especialistas e instituciones. La fundación Nodo señaló que “es una
renovada administración bajo los mismos principios”. Otro tanto indican
diversos expertos de la Universidad de Chile, como Cristián Bellei,
quien señaló en la misma línea que “uno de los desafíos es equilibrar en
este proyecto un sistema descentralizado con una responsabilidad
nacional sobre la educación pública”. Estas miradas, de alguna manera,
dan cuenta del escepticismo que ronda al nuevo proyecto del Ejecutivo."
"El resumen histórico de la iniciativa, muy duro con la dictadura,
aunque muy autocomplaciente con la coalición del arcoíris, no aclara ni
explica que si bien la derecha sentó las bases de la privatización del
modelo, fue la Concertación la que lo ahondó al punto de tenerlo en la
crisis terminal en que está hoy, tal como lo reafirman las propias
cifras que se entregan en el proyecto: “Cierre de más de mil
establecimientos educacionales públicos desde 1994 a la fecha, y una
considerable disminución de su matrícula escolar en casi 600 mil
estudiantes entre el 2000 y el 2015”."
"La conclusión es lapidaria: “Nunca, desde los primeros decenios del
siglo XIX, la educación pública había atendido a una proporción tan baja
de la población escolar y nunca su imagen se había visto abiertamente
deteriorada. La educación que el Estado provee y administra a través de
las municipalidades se encuentra hoy en su momento más crítico”. Pero,
en vez de dar un giro profundo, que restituya “el rol rector” del
Mineduc, solo se ataca una parte del problema: la municipalización y se
sigue con la lógica de obedecer las exigencias del Banco Mundial:
continuar jibarizando al ministerio y, al mismo tiempo, extinguir sus
funciones históricas para traspasarlas a órganos inconexos y con escasas
atribuciones."
"Enseguida, el proyecto concluye que “el actual esquema institucional
consagra que aspectos relevantes de la calidad, la equidad y el
desarrollo de la educación pública en el territorio, dependan
fuertemente de la voluntad de las autoridades municipales y de los
particulares énfasis que legítimamente cada una de ellas desee otorgarle
al sector. Esta dependencia está estrechamente relacionada con una
excesiva influencia de los ciclos político-electorales del municipio en
la educación pública”. Y si bien se propone la creación de nuevos
servicios que la administren, nada se dice de que llegamos hasta aquí
por decisión de las propias autoridades ministeriales a lo largo de 25
años, ni tampoco se garantiza que la crisis de la educación pública
pueda mejorarse con el actual proyecto."
"Por de pronto, se vuelve a proponer un ciclo de mejora –la dirección
del Servicio tendrá un plazo de seis años para establecer metas y
objetivos–, pero cuyo mandato estará cortado por elecciones
parlamentarias y presidenciales que harán una vez más inviable el logro
de sus objetivos en el período propuesto. Y se repetirá el fenómeno que
se observa hoy, en que prácticamente cada dos años (elecciones
municipales y luego legislativas y ejecutivas) se tensiona la
administración."
"Y si en particular hay cambio de autoridades, pues, pese a que se
anuncia el mejor estándar de selección por Alta Dirección Pública, lo
cierto es que será el parlamentario más influyente de la coalición de
Gobierno el que –sobre todo en regiones– terminará instalando a quien él
determine en los nuevos servicios creados, llenándolos de adherentes
que los pueden llevar al límite mínimo de su funcionamiento, como se ha
observado últimamente."
"Ello se verá reforzado por el hecho de que los funcionarios que
provengan desde los municipios y corporaciones, estarán afectos, al
ingresar al servicio, a la siguiente cláusula de despido: “Necesidades
del servicio determinadas por el director ejecutivo una vez al año y
fundadas en razones vinculadas al buen, oportuno y eficiente
funcionamiento del Servicio Local” (artículo 31, a). Esto, aunque tengan
la titularidad del cargo por estatuto. Es decir, aun cuando los
funcionarios sean traspasados como planta, por este artículo podrían ser
despedidos igual, acabando con su carrera profesional y dejando a la
administración pública local como botín de guerra de ambas coaliciones,
las que se repartirán, sin sentido estratégico, cada cuatro años –como
sabemos–, y sobre la base de consideraciones ajenas a la labor
permanente y estratégica del Estado, los cargos en educación."
"Sin funcionarios de carrera, que velen por los intereses permanentes
de la nación, y que traspasan a los gobiernos de turno, el servicio de
desvirtuará aún más en función de los ciclos políticos electorales en
los feudos regionales."
"También con la iniciativa legislativa como está, tanto el Mineduc
como sus servicios dependientes en los territorios –Seremi y
Departamentos Provinciales de Educación– pierden injerencia y se
distancian más aún de lo que sucede en las escuelas, dando inicio a la
crónica de una muerte anunciada, ya que todas sus funciones, servicios
dependientes y bienes, serán traspasados a las nuevas agencias por
decreto presidencial.
Tampoco, salvo los que provendrán de la nueva Ley de Inclusión, se
inyectan más recursos al sistema, ni se modifica la lógica de la entrega
de los mismos (subsidio a la demanda), lo que pone de antemano cuesta
arriba su gestión."
"El Mineduc, tal como siempre lo quiso y recomendó el Banco Mundial,
queda así reducido a una especie de gerencia de planificación –“la
huesera”, como la llaman en las empresas–, sin posibilidad de articular,
de influir, de “ser ente rector”, reducido a su mínima expresión y
ahora, luego del desprendimiento de la Agencia de Calidad –aún solo una
promesa–, la Superintendencia –con pocas atribuciones de fiscalización,
dada la flexibilización del marco regulatorio–, sin agencias operativas,
desarticuladas entre sí.
A su vez, serán los servicios locales los que diseñen, implementen y
monitoreen sin contraparte sus políticas, transformándose en juez y
parte de sus acciones técnico-pedagógicas. Y si bien se prevé una
articulación nacional de los mismos a través de la Dirección de
Educación Pública –que parece ser destino del equipo que encabeza
Rodrigo Roco–, en concreto estas agencias, mientras no exista elección
de intendente y la Alta Dirección Pública siga siendo otro botín de
guerra del duopolio, en regiones serán autónomas y una nueva bolsa de
trabajo del feudo parlamentario."
[...]
"Bueno, el proyecto NEP no se sale de la lógica subsidiaria en la que
está inmersa nuestra educación, por lo tanto está bastante lejos de
fortalecer su rol público, mientras el Mineduc queda definitivamente
reducido al papel que el modelo subsidiario de Pinochet le asignó: Banco
Nacional de Educación."
"Por el contrario, se introducen más figuras burocráticas –Dirección
de Educación Pública y servicios locales– sin contrapesos y se termina
matando la arquitectura estatal construida a lo largo de dos siglos, que
le dieron al fisco chileno un rol preponderante en el área y cuya
consecuencia fue una educación modelo en Latinoamérica, siendo su
corolario la obtención de dos premios Nobel."
"Con una Superintendencia autónoma y con capacidades limitadas de
fiscalización efectivas, dado el marco regulatorio laxo, con una Agencia
de Calidad aún en “marcha blanca” y ahora con la Dirección de Educación
Pública y los servicios locales desligados en la práctica del Mineduc y
este a su vez reducido a su mínima expresión, tal como ya lo perciben
los directores de establecimientos, solo habrá “más autoridades
diciéndoles a las escuelas cómo remar y más oficinas donde presentar
papeles”."
"Por lo demás, al acabarse la carrera funcionaria –por la introducción
de la figura del despido por “necesidades del servicio”–, sin elección
de intendentes y con una Alta Dirección Pública controlada por ambas
coaliciones, estas agencias, y junto con ellas sus funcionarios, se
transformarán en coto de caza de los parlamentarios de turno, quienes
dispondrán de plazas fijas cada cuatro años para que, con cargo al
presupuesto de la nación, puedan disponer de un importante contingente
de cupos para ubicar a sus clientelas políticas, cual se ha hecho
costumbre en regiones, como la propia ministra Delpiano tuvo oportunidad
de constatar."
"En definitiva, la promesa de más presencia del Estado en el área,
resulta ser la última evidencia concreta de cómo los actores políticos
han ido, también, corrompiendo el significado original de las palabras y
una prueba fehaciente de que, a pesar de las lágrimas de la diputada
Camila Vallejo, definitivamente el PC no se confrontará con el Ejecutivo
en esta área. En Educación seguimos con la lógica de avanzar pero, como
buenos alumnos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco
Mundial, caminando siempre hacia atrás."
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