lunes, 19 de diciembre de 2011

Argumentos creacionistas en política educativa

Una de las tentaciones fuertes en el debate sobre política educativa es el "método del creacionismo", denominación que es bien retratada en la viñeta anexa: primero las conclusiones, luego las evidencias ad-hoc. Con este proceder, se quebranta el principio de refutabilidad de todo conocimiento científico y se dan por sentadas ciertas afirmaciones que, por lo mismo, actúan como dogma.

Al criticar lo anterior no se desconoce la necesidad de teorías o de premisas que actúen como supuestos en la investigación; solo se afirma que lo relevante no es confirmar los supuestos, sino someterlos a verificación constante mediante el examen de los hechos o las evidencias. El conocimiento, por tanto, avanza en la medida que admite su provisionalidad, su "interrogabilidad" y la probabilidad de refutación.

En una línea análoga, en teoría evaluativa se dice que hay tres tipos de evaluación: la pseudo evaluación, la cuasi-evaluación y la evaluación verdadera o propiamente tal. La que interesa acá es la primera y consiste en estudios políticamente controlados o que responden a intereses de grupos; no es el juicio evaluativo en sí lo que importa; lo que se busca es aquel resultado que confirma o reafirma los intereses del grupo. Es otra vertiente del creacionismo metodológico.

Si bien son abundantes los ejemplos de este tipo de estudios políticamente interesados (o "capturados") que se revisten de cierto carácter científico (basta citar algunos informes evaluativos de políticas implementadas en las últimas décadas -encargados y elaborados bajo la supervisión de los mismos Ministerios que las promovieron-), todo lo anterior viene al caso luego que una nota de prensa informara que el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) anuncia una publicación donde dice derribar lo que denominan "7 mitos sobre la educación en Chile". Estos mitos son:

  1. la mejora educativa pasa por aumentar los recursos
  2. los establecimientos con fines de lucro no se interesan por proveer un servicio educativo y sólo buscan enriquecerse
  3. la calidad es incompatible con el lucro
  4. las escuelas municipales son más efectivas que los establecimientos particulares subvencionados, cuando se trata de educar a alumnos vulnerables
  5. la segregación del sistema escolar se relaciona con la existencia de la educación privada subvencionada
  6. el financiamiento compartido ha aumentado la segregación en el sistema escolar
  7. la ineficiencia del sistema municipal se soluciona con la desmunicipalización

Una lectura de la nota de prensa, escrita en plural y en abierto tono militante (lo que no es necesariamente condenable), presenta la síntesis de los argumentos que LyD viene desarrollando en su sitio. La sola enumeración de los "mitos" muestra los intereses de LyD: iniciativa, propiedad privada y lucro en educación.

Lo peculiar de la publicación de LyD es que se esfuerza en presentar datos y mostrar argumentos que, indefectiblemente, llevan a la conclusión que el esfuerzo privado es más efectivo que el esfuerzo público en educación; que los establecimientos privados son más diversos en la composición de su alumnado, de donde se deduciría su mayor contribución a la democracia y el encuentro entre diferentes; que el financiamiento compartido es una oportunidad para que las familias comprometidas con la educación de sus hijos hagan un esfuerzo y testimonio de lo anterior; que la (des)municipalización no está en la médula de la crisis de la educación pública y que, en cambio, lo nuclear es la cuota de autonomía en la decisiones de gestión de cada establecimiento, lo que debe entenderse en lo esencial con la posibilidad de disponer, con amplia libertad, de los recursos, incluidos los docentes.

Todo lo anterior, no obstante, en tópicos donde el creciente consenso académico y la investigación comparada apuntan en dirección contraria a lo señalado por LyD, a saber, que:

  1. La mejora de la calidad no es posible sin revisar la gestión y, en muchos casos, aumentar los recursos.
  2. Los establecimientos con fines de lucro no pueden negar su naturaleza, es decir, su afán de ganancia. Distinto es afirmar que, en este apetito por el beneficio privado, todos los sostenedores privados castigan o "administran" la calidad del servicio, en directa relación a la estimación de ganancias esperadas. Hay, sin duda, quienes logran un sano equilibrio entre calidad del servicio y retorno privado.
  3. La calidad y el lucro, entendido como la iniciativa y pulsión al beneficio privado, no guardan relación directa entre sí, lo que simétricamente obliga a reconocer que no hay evidencia incontrovertible que permita afirmar que la relación entre lucro y calidad es directa, o sea, que a mayor afán de lucro, mayor calidad. Tampoco se puede señalar lo contrario: que no haya afán de lucro, no implica mayor calidad en el servicio y resultados.
  4. Todos los análisis del SIMCE, desde 2003 a la fecha, publicados por el propio MINEDUC e incluso bajo la administración actual, muestran que las escuelas municipales, logran un mejor promedio SIMCE que los establecimientos privados subvencionados, cuando dichos establecimientos atienden una población escolar de características socioeconómicas similares (ver, por ejemplo, el cuadro 1.10 del último informe de SIMCE 2010).
  5. La segregación escolar es una resultante del factores socio-geográficos, atavismos culturales y también de incentivos y regulaciones institucionales. La conjunción de la búsqueda de distinción social y la segregación espacial sin duda refuerzan la segregación escolar. A la vez, las prácticas de segregación escolar, practicadas desde el aula y cada escuela en expresiones como el agrupamiento escolar, la creación de escuelas para pobres separadas de aquellas para los no-pobres (al alero de un mismo sostenedor), vienen a reforzar la segregación. De esta suerte, no es que de suyo los establecimientos privados subvencionados produzcan segregación, pero no cabe duda que tampoco la revierten.
  6. El financiamiento compartido es un mecanismo segregatorio, lo cual ha venido siendo confirmado por investigaciones. Por lo mismo, su mantención en el sistema escolar sólo puede ser comprendida remitiéndose a los intereses económicos e ideológicos que lo impulsan. La manida evidencia empírica, esa que especialistas del propio sector gobernante han señalado como criterio para juzgar la calidad de las políticas, ha sido consistente: permitir el co-pago favorece la segregación en el sistema escolar.
  7. Descuidar la educación pública también aumenta la segregación. Es evidente que si la educación pública, gratuita y no selectiva, provee un servicio y resultados de calidad, será preferida por las familias.
  8. La des-municipalización en sí misma no es una medida efectiva ni inefectiva. La efectividad de la educación pública no pasa por un determinado modelo de provisión (centralizado/descentralizado). En realidad, en este tema, la literatura comparada muestra que no existe un modo único de rescatar a la educación pública, pero sí parece claro que el proyecto de ley presentado por el gobierno, no ayudará a mejorar la educación pública.






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