martes, 3 de mayo de 2022

Dejando el SIMCE atrás...

Una columna de los académicos Acuña y Falabella (que se puede leer en CIPER) da prácticamente por fenecido al SIMCE y, sin mediar las exequias, proponen los lineamientos del nuevo sistema.

A modo de resumen, la propuesta tiene dos partes: principios y sistema:

  • Un diseño complejo, con distintos instrumentos para distintos propósitos.
  • La evaluación de establecimientos no puede basarse en el desempeño de los estudiantes en pruebas estandarizadas.
  • En vez de exigir desempeño a los estudiantes, la evaluación debe enfocarse en evaluar las condiciones para enseñar y aprender. 
  • El sistema debe apuntar a una responsabilización y rendición de cuentas profesional de los docentes. Esto implica radicar en la escuela el diseño e implementación de la evaluación y abandonar herramientas como el SIMCE y el DIA.
Desde estos principios, el modelo por construir tendría tres propósitos:
  1. En el nivel macro, una evaluación muestral trienal para orientar y evaluar políticas. También deberá continuar la participación en mediciones internacionales.
  2. En el nivel meso o intermedio (territorial), la evaluación deberá centrarse en las condiciones de la calidad, desde un sistema de supervisión, asesoría técnica y fiscalización para evaluar y hacer seguimiento al trabajo de los sostenedores y la calidad de la provisión.
  3. En el nivel "escuela" (micro), el acento estaría en una evaluación situada, contextualizada y pertinente para cada escuela, promoviendo una cultura de la evaluación formativa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios