sábado, 10 de agosto de 2013

Clasificación de establecimientos

La Agencia de Calidad ha difundido su propuesta de criterios y metodología para clasificar a los establecimientos educacionales, tal como lo exige la Ley General de Educación y el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Escolar (ley 20.529). La propuesta se resume en la figura lateral y, en pocas palabras, asigna a los resultados SIMCE un peso equivalente a 2/3 del total del puntaje que resulta en la clasificación del establecimiento. Los otros factores son diversos y refieren a la calidad de la convivencia escolar, el control de la violencia, la no discriminación, la asistencia y la retención.

La propuesta ha sido criticada desde distintos sectores, pero han liderado estas objeciones mediante cartas en la prensa, un grupo de académicos (Carrasco, Treviño y Valenzuela). Los investigadores afirman que la metodología propuesta por la Agencia no recoge la experiencia internacional y que su principal problema es no que contempla la complejidad de factores que intervienen en la producción de resultados de aprendizaje, subestimando el peso de factores extraescolares como el nivel socioeconómico y al segregación escolar (esto es, de escuelas entre sí). La Agencia, en cambio, opta por factores individuales, como si el resultado de aprendizaje no se viera influido por factores socioespaciales.

En su estilo, Mario Waissbluth ha sido categórico en su crítica a la "SIMCE-ficación", como llama a la sobre-evaluación que experimenta la educación escolar en Chile. En este marco, la propuesta de la Agencia es también criticada de manera elocuente, reforzando el argumento de la subestimación del efecto de la desigualdad educativa o la concentración de la vulnerabilidad socio-educativa, con su correlato de baja disponibilidad de capital cultural y social o, si se prefiere, de una estructura de oportunidades y activos que es desventajosa y que sanciona a los estudiantes simplemente por vivir la realidad que es toca vivir. 

En contraste, como también señala Waissbluth, esta propuesta de la Agencia parte del supuesto que los establecimientos que obtienen buenos resultados SIMCE son efectivos por ello, con independencia del valor agregado que esos establecimientos aportan. Es bastante obvio que con el peso asignado a factor "SIMCE", el puntaje en esta prueba será determinante en la clasificación, pero -según Waissbluth, "para empeorar las cosas, [en la Agencia] han decidido arbitrariamente “saltarse su propia metodología” y dejar una escuela de alto SIMCE (generalmente particular pagada) en la categoría “top”, aunque los resultados del ranking que ellos mismos proponen digan otra cosa. El incentivo que generan así es obvio: para que una escuela pueda escalar posiciones a la categoría “top”, el recurso más rápido y expedito es subir el costo de los aranceles o del financiamiento compartido [...] A la inversa, también han decidido arbitrariamente “saltarse su propia metodología” y, si una escuela obtiene un bajo SIMCE, aunque esté agregando verdadero valor educativo en una escuela que es un bolsón de indigencia y vulnerabilidad, va a quedar de todas maneras en la peor categoría, en riesgo de cierre, aunque los resultados del ranking que ellos mismos proponen digan otra cosa".

La clasificación tiene consecuencias claras y consisten en grados de autonomía para gestionar recursos y las diversas iniciativas que implemente la escuela o liceo. Los establecimientos categorizados como con resultados "insuficientes" o "medio-bajo" deberán llevar a cabo un plan de mejora (obligatorio en el caso de los "insuficientes") con asistencia técnica del MINEDUC o de actores privados, . Si persisten en esta categoría, el establecimiento puede perder su condición de "cooperador del Estado. En paralelo, la Agencia de Calidad, como se informa en el sitio de la misma, "visitará a los establecimientos que reciben aportes del Estado que queden clasificados en los niveles Medio-Bajo e Insuficiente. El objetivo de estas visitas es realizar una evaluación indicativa de desempeño que los oriente en las necesidades que requieren apoyo, enfocadas a mejorar sus procesos, gestión y resultados. Estas Visitas de Evaluación y Orientación deben realizarse al menos cada dos años, para los establecimientos ubicados en la categoría Insuficiente, y cada cuatro años en aquellos ordenados en la categoría desempeño Medio-Bajo. La Agencia también podrá visitar a los establecimientos que están ordenados en la categoría Medio cuando lo estime necesario, y realizar visitas de aprendizaje a los establecimientos que son ordenados en la categoría de desempeño Alto. Estas últimas corresponden a visitas en las que se registran las estrategias de éxito, con el objetivo de hacerlas públicas a la comunidad educativa".




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