Eugenio Tironi publicó hace algunos meses un libro titulado "Apología de la intuición. O cómo comprender el desprestigio de la democracia y la empresa" (Planeta, 2014). En uno de sus capítulos iniciales, cita al psicólogo y Premio Nobel de Economía 2002, Daniel Kahneman, quien afirma que "lo que les gusta o no les gusta a las personas determina sus creencias acerca del mundo". En un párrafo previo recurre también a Proust para decir que "los hechos no penetran en el mundo donde viven nuestras creencias". Las creencias no cambian al ritmo de las evidencias ni son refutadas por el impacto de los datos duros, ni por los hechos o realidades indesmentibles. Tironi concluye con Kahneman que eso que se llama "razón" o "acción guiada por la evidencia" es un espejismo. "Los expertos muestran los mismos sesgos que el resto de nosotros, en una forma atenuada" (Kahneman).
Lo anterior puede servir para comprender el debate de opiniones en El Mercurio, entre dos defensores de la selección escolar (Arturo Fontaine y Sergio Urzúa) y dos opositores a la misma (Alejandro Carrasco y Alfonso Donoso). Finalmente, lo que subyace en sus argumentos edificados sobre conocimiento construido científicamente no es sino aquello que creen verdadero y correcto. Las evidencias se construyen desde las creencias. Así de simple, salvo que el ejercicio indagatorio y de evaluación de evidencias dé lugar a un conflicto emocional o una disonancia cognitiva tal que remezca el andamiaje de creencias y lleve a cuestionarlo y reconstruirlo.
Similar argumento se puede dar a propósito de la opinión de H. Beyer, quien reacciona a una columna de Andreas Schleider (OECD) publicada la semana pasada en El Mercurio. El funcionario de la OECD validó las reformas que el Gobierno impulsa diciendo que son una "oportunidad única en la vida para cambiar las bases del sistema y [para] alinear los que las escuelas entregan con los resultados que tendrá la sociedad chilena". Beyer cuestiona lo dicho por Schleider señalando que el análisis de este último es incompleto, enumera algunos de los argumentos donde esta parcialidad se vería con claridad y termina por señalar que "no es evidente lo que [Schleider[ quiere decir [...] El paquete propuesto hasta ahora es un proyecto que genera más dudas que certezas".
Como dice el título de este comentario, parecería que si me gusta lo creo. Si no, lo discuto o lo rechazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios