Transcribo una columna titulada "¿Necesita la educación escolar una reforma institucional?" publicada hace algunas semanas por Emiliana Vegas (BID) en La Tercera:
EL DEBATE parlamentario en Chile sobre el proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Educación Pública ha generado una discusión sobre si se necesita una nueva institucionalidad que reemplace a los municipios como sostenedores de la educación por servicios locales de educación pública. Han surgido argumentos que las reformas institucionales propuestas no mejorarían la calidad porque las escuelas mejoran principalmente en el ejercicio de su autonomía, independientemente del marco institucional.
La investigación sobre procesos de mejora escolar no apoya esta interpretación. Por el contrario, sugiere que el marco institucional importa, y mucho. Las escuelas (como cualquier institución) mejoran solo en la medida de sus capacidades. Una vez alcanzado el límite de la capacidad interna, cualquier avance adicional requiere un impulso (conocimiento, recursos, personal) externo integrado con los esfuerzos internos de mejora.
El análisis de casos internacionales muestra que la institucionalidad de nivel intermedio -consejos escolares en Ontario, Canadá, distritos escolares en los Estados Unidos, municipios en Finlandia -puede efectivamente apoyar a las escuelas en sus procesos de mejora, a través de: planificar estratégicamente con énfasis en cómo afectar el núcleo pedagógico en el aula; implementar mecanismos de apoyo que actúan integradamente sobre el currículum, las estrategias de enseñanza y el desarrollo profesional; proveer soporte a los equipos directivos escolares y sostener una cultura de mejora continua basada en datos para identificar necesidades de mejora a nivel sistémico y escolar.
En sistemas educativos que cuentan con una institucionalidad de nivel intermedio hay, además, mecanismos anidados de soporte. Cada uno de los niveles de la administración escolar (ministerio central, institucionalidad de nivel intermedio, escuela), identifica necesidades de mejora y apoya en la generación de capacidades en los niveles subsecuentes.
Por ejemplo, en Ontario, Canadá, la oficina de Desempeño Estudiantil del Ministerio de Educación provincial capacita y provee apoyo constante a los consejos escolares para que ellos provean soporte a sus escuelas. Las escuelas catalogadas como de rendimiento insuficiente reciben apoyo en forma conjunta entre el Ministerio central y su consejo escolar. Esta estructura aúna esfuerzos de ambas instancias, a la vez que el Ministerio central se responsabiliza por proveer soporte en forma directa a las escuelas y consejos escolares que más lo necesitan.
Esta perspectiva resalta el rol del agente externo en la mejora escolar: no se trata de autonomía versus heteronomía, sino de los soportes que un agente externo puede proporcionar a una institución embarcada en un proceso de mejora en el marco de su autonomía, ya sea a nivel escolar o a nivel intermedio.
El proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Educación Pública avanza en poner el foco en la necesidad de contar con soportes externos que sostengan procesos de mejora escolar. Como en toda reforma sistémica, el mayor desafío estará en su implementación efectiva.
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