Copio un fragmento del reportaje, que puede ser consultado en CIPER:
De acuerdo con un estudio de Gregory Elacqua, director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, entre 1990 y 2008 los establecimientos particulares subvencionados casi doblaron su número mientras los públicos disminuyeron en 7,1%. Estos últimos han perdido cerca de 400 mil alumnos desde 2001. Una porción importante proviene de los sectores de clase media de tres de las comunas más pobladas de la capital: La Florida,
Puente Alto y Maipú.
-En definitiva los colegios buenos son los que desechan a los alumnos pobres, a los alumnos con problemas de aprendizaje y a los alumnos con mal rendimiento académico. Estos estudiantes van a parar finalmente a los colegios que no hacen discriminación, que son principalmente los municipales y algunos particulares subvencionados. Los llamados “establecimientos basureros”.
En CIPER también se puede leer otro reportaje relacionado con la candente desigualdad y desesperanza que puebla la educación pública en sectores de pobreza... como para reafirmar que una sociedad tan desigual como la nuestra no tiene opciones reales de mejorar la calidad de la educación si no se hace cargo de esa desigualdad estructural. O como escribiera Juan Carlos Tedesco hace más de una década (2000): ¿cuánta equidad social es necesaria para que haya una educación exitosa?, agregando luego: por debajo de la línea de subsistencia, los cambios institucionales y pedagógicos tienen un impacto muy poco significativo en los resultados escolares.
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