jueves, 18 de noviembre de 2010

Cambio curricular (2)

Tal vez por ese impulso incontenible del ministro actual de hacer anuncios por la prensa cada cierto tiempo (¿tendrán estos anuncios algo que ver con la periodicidad de la encuesta ADIMARK y, especialmente, con el periodo de trabajo de campo de la misma?), otra vez el MINEDUC ha sido desprolijo en su actuar y ha generado reacciones diversas que debilitan el mensaje de fondo. En efecto, el cambio curricular ayer anunciado ha generado un amplio debate, con opiniones a favor y en contra. El ministro ha salido a defender la medida, pero sus argumentos son más bien simples. En pocas palabras, ha dicho que:
  • La decisión responde al propósito de aumentar los aprendizajes en estos dos sectores curriculares que, indiscutiblemente, son pilares de buena parte de los aprendizajes escolares. Los estudiantes tendrán mas horas de Lenguaje y Matemática, al punto que acumularán 800 horas extra durante el tramo afectado con el cambio.
  • Además, con esta medida, Chile se alinea con los recomendaciones de la OECD, cuyos países miembros dedican una porción significativa del tiempo escolar a la lectura, escritura y matemática.
  • Los establecimientos pueden hacer uso de las horas de libre disposición para compensar las reducciones de horas que experimentarán las asignaturas de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, y Tecnología.
Por esa misma prisa en decir algo a la prensa, el MINEDUC deja flancos abiertos, exacerba los ánimos, aumenta las dudas y, de paso, aporta argumentos en sentido contrario al anuncio. Por ejemplo:

  • Siendo tan relevante que los estudiantes aprendan Lenguaje y Matemática, lo coherente habría sido partir desde el primer día de la vida escolar, o sea, en primero básico (¡e incluso antes!, podría decir alguien que postule que la educación parvularia también debe abocarse al desarrollo de estas capacidades).
  • Como es obvio, las 800 horas que ahora se adicionan en Lenguaje (480) y Matemática (320) no necesariamente implicarán más aprendizajes. Es claro que aumentarán las oportunidades de aprender estos contenidos, pero no siempre las oportunidades se traducen en capacidades.
  • Las 480 horas extras de Lenguaje persiguen el despliegue de competencias de comprensión lectora, argumentación oral y producción de texto, pero estas competencias también se pueden adquirir muy bien en la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Es bastante obvio que un buen "lugar" para el cultivo de estas capacidades es esta asignatura. No había, por tanto, una necesidad imperiosa de recortarle la carga horaria.
  • La ganancia de 800 horas es también la pérdida de 240 horas de Historia y de otras 240 horas de Tecnología. Es decir, la modificación curricular significará 480 horas menos de oportunidades de aprendizaje en estos sectores curriculares.
  • El crecimiento de las horas dedicadas a Lenguaje y Matemática en establecimientos con jornada escolar completa (JEC) viene a darle estatuto legal a una de las situaciones que con mucha fuerza denunciaran los estudiantes secundarios en 2006, esto es, que la JEC era "más de lo mismo". La JEC pretendía aumentar las oportunidades y resignificar la experiencia escolar, enriqueciendo en curriculum con actividades extracurriculares. A poco andar, muchas escuelas y liceos convirtieron esas actividades en talleres de reforzamiento y de preparación del SIMCE. Con la medida actual, los establecimientos tendrán un soporte legal para acentuar el sesgo y aumentar la presión sobre los alumnos. La JEC, antes por los "pingüinos" y ahora por el MINEDUC, es puesta en entredicho.
  • Las horas de libre disposición curricular han sido señaladas como el lugar donde los establecimientos pueden reorganizar la enseñanza de Historia y de Tecnología. El mismo argumento sirve para las horas de Lenguaje y Matemática: ¿por qué el MINEDUC no crea un incentivo para que las escuelas y liceos aumenten las horas dedicadas a estas competencias habilitantes, usando precisamente estas horas de libre disposición?
  • Finalmente, es bueno recordar que los países de la OECD no son homogéneos en lo que respecta al tiempo dedicado a Lenguaje y Matemática en el curriculum obligatorio. Más todavía, en el último Informe sobre Educación (Education at Glance 2010) se puede ver que hay diversidad en la carga curricular en Lenguaje y Matemática y que aquellos países con buenos resultados en pruebas internacionales, tienen distinta proporción dedicada a estos sectores curriculares: Finlandia y Korea dedican poco más del 20% del tiempo obligatorio del curriculum cursado por niños de 9 a 11 años, mientras que otros países como Polonia no llegan al 20%. En contraste, países de bajos resultados como México, dedican cerca del 50% del tiempo escolar obligatorio a estas asignaturas. El punto, por consiguiente, no es la carga horaria.
  • La clave, como varios han dicho, están en la calidad del tiempo en aula. Lo cual otra vez remite a la calidad de los docentes y, en particular, a la eficacia en la organización del tiempo de aula. El Informe de la Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje (TALIS) de la OECD (2009) muestra que los países difieren en esta variable, pero la tendencia es clara: los países que exhiben buenos resultados en pruebas internacionales son también los que cuentan con docentes cuyo uso de tiempo se distribuye mejor, esto es, que dedican más tiempo efectivo a la enseñanza (más de 80%) y menos tiempo a las tareas administrativas y la mantención del orden y la disciplina en el aula. Entre los primeros países se identifica a Estonia, Bulgaria y Dinamarca; entre los segundos, a México y Brasil, quienes bordean un 30% del tiempo de aula dedicado a tareas administrativas y control del orden.
  • Por consiguiente, políticas para una mejor enseñanza y mejores climas de aula parece ser un buen foco si se busca mejorar los aprendizajes. Aumentar las horas de clase sin pensar en estrategias de mejora de la enseñanza, no será suficiente.

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